Aria permanece despierta toda la noche, con los ojos fijos en la pantalla del celular. Las palabras bailan frente a ella, no porque esté cansada, sino por la ansiedad que le oprime el pecho. Cada documento que lee, cada imagen que repasa, es un golpe directo a la identidad que ha construido durante toda su vida. No es una Flynn. No es quien creía ser. Los archivos que Thane le ha enviado no dejan lugar a dudas. La carpeta principal lleva el nombre “Lyssara Blackwood”, y dentro de ella hay todo tipo de documentos: certificados, informes médicos, fotografías de una niña pequeña —su rostro es el mismo que el de sus recuerdos más antiguos—. Todo apunta a lo mismo: Aria Flynn es, en realidad, Lyssara, la hermana perdida de Thane Blackwood. Se frota los ojos. Pican, duelen. No ha dormido en lo

