Gina. El nudo en mi garganta es imposible de sortear, me quema, me duele y me hace sentir enajenada, perdida… e insoportablemente adolorida. ¿Acaso estoy metida en una jodida pesadilla? Espero que sí, pero no pienso quedarme sentada, mientras la maldita ambulancia se le ocurra aparecer, necesito actuar y debo hacerlo ya. No quiero perder a Peter por nada del mundo, es mi mundo entero y no, es completamente injusto que muera ahora, y menos por salvar mi vida. No y mil veces NO. Decidida, me levanto de donde estoy arrodillada y miro a mi alrededor, sopesando las posibilidades de llegar a un vehículo o quizás hacer alguna de esas maniobras para hacer latir el corazón de nuevo, no sé. Sólo quiero a Peter de vuelta, como sea. —No vas a morir, no lo voy a permitir –susurro para m