Verdades a medias

1868 Words

Algunas personas inesperadas dejaban huella en la memoria. En ocasiones era por sus buenas acciones, tal vez por una palabra dicha al azar en medio de una conversación o porque llegaron en un momento que ya era especial. Regina recordaba el jardín de la casa de su tía Verónica; la piscina, los árboles, el sendero de piedra, las flores marchitas y la barda. Años después, podía decir qué tanto había crecido cada árbol en los últimos quince años. Y la razón por la que recordaba todo eso, fue por Leo. El chico de la casa de al lado. Desde que Regina lo vio por primera vez se encaprichó, era consciente de ello. Solo así podía explicar cambiar de escuela y hacer todo lo posible para estar a su lado. Quería verlo y pensó que con eso sería feliz. Pero no lo fue. Siempre quiso más, estar a su l

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