Fue una mañana agitada. El señor Evans revisaba los informes y encontró movimientos inusuales desde temprano, sin razones aparentes.
Se frotó la barbilla mientras leía y al pasar a revisar su correo, encontró un mensaje interesante.
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El día anterior Regina tenía una expresión desganada – dime, ¿por qué estás tú aquí?, ¿y dónde está Víctor?
Jorge alzó la mirada – está cuidando a Sarah, te dije que tenía una fractura.
Regina se sorprendió – ¿por qué él?
– Ellos estaban juntos cuando ocurrió el accidente. Y ya que hablamos de eso, sé que es tu amigo, pero si se atreve a intentar algo, haré que se trague sus dientes – dijo Jorge.
Regina cruzó los brazos – sí, es mi amigo, y no, nada pasará porque yo tampoco lo permitiré.
Leo se sintió un poco fuera de lugar por la conversación ent
