Para el día de la exposición Regina lamentó no haber podido ir a cortarse el cabello, pero ya era tarde. Eligió una blusa negra, un pantalón beige y una bufanda para ocultar el dispositivo de grabación con forma de broche – siento que todo lo que grabo termina en un monitor que nadie ve. Leo se puso el reloj – ese es trabajo de Cristián, entre menos le preguntes, mejor para ti – abrió la puerta. Regina giró sobre sus talones y lo alcanzó en la entrada. Leo conducía y Regina ocupó el asiento del copiloto en silencio. Mientras el coche avanzaba ella se tomó el tiempo de mirar el listado de marcas que estarían presentes en su exposición, le interesó el stand de un protector solar que juraba reparar el daño por el filtro UV y venía en varias presentaciones, uno como cosmético y otro para to

