MI GINECÓLOGO

UNA ENTREVISTA INCÓMODA

Ese día Brittany salió de su casa con prisa, el hospital todavía quedaba a hora y media de su casa y aunque se levantó temprano llevaba el tiempo justo para ir a tomar el Transmilenio, contando con suerte el Transmilenio hoy sería un poco más rápido y ella podría correr desde la estación de la parada hasta el hospital que quedaban a uno 15 minutos de este . . .

— ¡ Maldición ! — Exclamó Brittany cuando se golpeó el pie con la silla, solo mordió un pedazo de manzana y se tropezó dándose otro golpe con la puerta . . .

— Tranquila hija, todo va a salir bien — Ivy, la madre de Brittany que salía con un plato de tostadas recién horneadas en las manos miro como su hija estaba a punto de salir de la casa pero en pedazos . . .

— Te amo Mom — Brittany le dio un besos a su madre y salió, su día había empezado bien, había hecho el ejercicio médico que le recetó aquel hombre y todos sus males parecían haberse ido por arte de magia, sin embargo ahora su día no está muy bien como lo llevaba planeado . . .

— No corras, lo que es para uno así se dará — dijo la madre de Brittany suspirando al ver como su hija corría y el plato que había preparado para ella estaba intacto en la mesa, dejando sólo un pequeño mordisco en una manzana que ni se llevó . . .

Esa chica era tan buena hija y siempre se esmeraba por todo, pero nunca se fijaba en ella misma, su madre solo quería que la hija fuera feliz haciendo lo que quisiera y que no preocupara por nada pero ellos no eran una familia muy cómoda por lo que a su hija le tocó hacer muchos esfuerzos para lograr trazar sola su propio camino . . .

Brittany llegó al Transmilenio jadeando pero estaba feliz por haber alcanzado cuando este estaba a punto de partir, ella saco sus audífonos y puso algo de música, Lovely Day de Bill Withers le hizo retomar la respiración y la calma que necesitaba para su entrevista, aunque escuchaba la música alegre para iniciar el día, todavía estaba repasando lo que necesitaba para su entrevista, si era aceptaba podría aplicar para luego estudiar y convertirse en una médico de nefrología, eso era lo más importante para ella, pero esa carrera estaba tan costosa que incluso trabajando en el hospital Univers no creía poder alcanzar para sus metas . . .

La chica suspiro pesadamente mientras hacía sus cuentas mentales el Transmilenio llegó a su destino, miro el reloj en su muñeca derecha y corrió como loca, todavía tenía algo de tiempo pero todavía estaba exacta de tiempo, sería un mal augurio llegar tarde en la primera entrevista de trabajo en su vida, aunque ya había hecho prácticas no era lo mismo cómo conseguir un trabajo que definiría su futuro . . .

El semáforo estaba en verde, los carros circulaban por la vía con normalidad, ella solo estaba a 3 cuadras de llegar al Hospital Univers y brincaba como una pulga en una sartén, en la mañana se había despertado con toda la confianza del mundo y creía que ese día iba ser el mejor, pero cuando el semáforo puso en rojo para marcar el paso a los transeúntes en espera de seguir su camino, ella miró en su teléfono que estaba sonando y espero a las demás personas pasaran, cuando era la única que faltaba por cruzar la calle alzó la mirada y aceleró el paso, sin embargo un fuerte chirrido la dejo descompuesta, la carpeta bien preparada y organizada que llevaba en su mano salió volando hacia delante y ella se agarró el corazón como si estuviera a punto de volar con sus documentos . . .

Brittany ni siquiera pudo gritar de la impresión pero si miro el lujoso Lamborghini blanco que brillaba reflejando destellos con el sol que caía sobre él, ella le lanzó una mirada a la persona que conducía dentro del coche, sin embargo era un imbécil que ni siquiera tuvo la cordura de bajarse para cerciorarse de si ella que fue afectaba estaba bien o no, ella no tenía tiempo que perder estaba sobre el tiempo y a Dios gracias nada malo le había ocurrido . . .

El idiota del coche solo la miro sin expresión en su rostro y no daba indicios de querer bajarse, ella tomó sus papeles y salió corriendo, pero nunca olvidaría el rostro de ese imbécil que casi la mata atropellándola con su auto y no se dignó a bajar del coche a sabiendas de que el era el culpable ya que la luz todavía estaba marcando el paso para los transeúntes y no para los vehículos . . .

Brittany corrió, ella era una mujer de tenis y vaqueros, no era una mujer interesada por los tacones y los vestidos, incluso teniendo el dinero jamás lo gastaría en esas banalidades, no se dio de cuenta de que la suela de su converse se estaban despegando pero logró llegar, con un poco de sudor a la entrevista . . .

La recepcionista la miró con un poco de lástima, era la enfermera en jefe que estaba de turno y cuando era ella quien estaba a cargo miraba como esas chicas llegaban reventando la lengua por llegar a tiempo . . .

— Buenos días, Soy Brittany Johnson y vengo para la entrevista en el puesto de Obstetricia y ginecología — aunque ella estaba agotada por todo lo que le había pasado en ese corto tiempo de su vida, todavía sus palabras fueron directas y con convicción, demostrando la seguridad que había en ella . . .

— Buenos días — la jefe de enfermería le pasó un vaso con agua, después de todo también era médico y miro las pupilas un poco despavorida de la chica, le agrado su seguridad y que le hubiera dicho directamente a donde iba, era un hospital muy grande por lo que habían muchas entrevistas a todo tipo de puesto . . .

— Primero toma algo de agua linda, todavía tienes 3 minutos, sigue este pasillo hasta el fondo, en la única puerta a la derecha encontrarás la sala que necesitas para presentar tu entrevista — la jefe sonrió con lástima mientras miraba como la chica se tomaba el agua de un trago, todavía podía recordar cuando ella llegó a ese hospital, llegó de la misma manera pero no contó con la misma suerte, la recibió una jefe que era realmente un ogro, estaba segura que esta chica tenía futuro a diferencia de las demás chicas que habían entrado, el cupo solo era para una mujer egresada de la universidad, ya que el hospital quería darle la oportunidad a aquellos estudiantes que no tenían experiencia aún, sería como unas prácticas más para ellos, ya contaban con un médico ginecólogo, aunque era el mejor médico del hospital y abarcaba casi todos los campos médicos, después de ese terrible día, solo se quedo en el puesto de ginecología y no volvió a practicar en ningún área médica que no fuera esa . . .

Brittany toco la puerta, ya no había nadie esperando ser llamada, parecía que le habían dado horario a cada postulante, ella se asusto al no ver a nadie, sin embargo él . . .

— Entra — con el llamado de una mujer la hizo tener que calmarse a la fuerza . . .

Cuando Brittany ingreso a la sala de entrevistas, pensó que su día no podía ser peor, ¿ Qué le había pasado al mundo en ese momento ?, ¿ porque se tenía que encontrar al hombre que casi la atropella en su entrevista ? . . .

Por un leve momento los ojos del hombre también mostraron algo de sorpresa, pero luego su rostro siguió inexpresivo como si nadie hubiera entrado, desde ese momento ni siquiera la miró . . .

¿ Su entrevista era una broma ? . . .

Ella pensó que jamás volvería a mirar a ese hombre insensible en su vida, sin embargo lo único que no quería era que ese hombre fuera un medico, por que su ética estaría muy sobrevaluada después de casi atropellar a una persona y no tener el valor ético médico de atenderla, sin embargo este hombre ni la miro y no le hizo ninguna pregunta, tuvo que entenderse todo el tiempo con la señora un poco mayor que se encontraba al lado del hombre . . .

Jamás pensó estar preparada para lo que tenía que enfrentarse después de esa entrevista de trabajo, ella tomó asiento frente a los únicos dos entrevistadores, aunque aparentaba estar tranquila, en realidad estaba muy incomoda . . .

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