Salgo de la oficina, y veo que Daniel está afuera esperándome. —¿Qué haces aquí? No quiero que me lleves. —Claro que te llevaré, además Sonia me lo pidió, pensará que pasa algo entre nosotros si no la obedeces. —Lo haré solo por ella, no por ti. —Al menos ahora ya no me llamas, jefe. —Es verdad, jefe. Subimos al auto y después nos dirigimos a casa de Sonia, que es la misma dónde esté tarado vive. —Llegamos, ahora puedes ir a hablar con Sonia —me dice realmente tranquila. Bajo del auto sin decir ninguna palabra, no quiero pelear con él en este momento, solo quiero saber que me dirá Sonia, además ya estoy lo suficientemente nerviosa. Entro a la casa y una mujer mayor muy amable me recibe. —Pase por favor, la señora la está esperando. —Está bien, gracias. Entro a una sala más pequ