Después de la comida Daniel se ofrece llevarme a casa, para no hacer sospechar a Sonia acepto, pero realmente no quiero que él me lleve a mi apartamento. No quiero que Daniel esté en mi vida, pero no tengo otra forma de alejarme aunque quisiera, no puedo hacerlo. Subo al auto de Daniel y me despido de Sonia. Daniel pone el auto en marcha. Durante el camino no digo nada, no quiero que él piense que seremos amigos o algo más. —Erika, no quiero que estés molesta conmigo. —No lo estoy, solo quiero llegar a casa en silencio. —Claro que lo estás y, en la cena estabas muy callada, Sonia es la que hablaba y tú estabas pérdida, como si estuvieras en otro mundo. —Solo recordé un doloroso momento, eso es todo. —Dime, ¿qué es lo que recordaste? —Eso no importa, Daniel. Por un momento Daniel