Narra Lisa
Salgo de la habitación y me voy por las escaleras, no pienso irme por el ascensor, llego al restaurant, veo a Martín y a Manuel, platicando cómodamente, me acerco y los saludo.
–Hola, buenos días– esbozo una sonrisa.
–Buenos días mija– me dice Manuel con gentileza.
–¿Y mamá?– pregunto confusa.
–Esta terminando de alistar a las niñas– me dice Manuel.
–Ahh okis– respondo amablemente.
Me suena el celular, veo quien es y sonrío.
–¡Vaya!, hasta que te acuerdas de mí– contesto con melancolía.
–Jajaja, que exagerada eres Lisita– me dice Raúl con burla.
Rodeo los ojos con enfado.
–¿Cómo te fue, en Phoenix con los distribuidores?– inquiero curiosa.
–Muy bien, cerré el trato con ellos– me dice alegre.
Hecho un grito de entusiasmo.
–¡Yeiiiii, que emociónnnnn!– grito de aleg
