Ainhoa Después de regresar a mi casa como si estuviera huyendo de algo o de alguien, me encerré en mi habitación para festejar. Lo había logrado ¡tenía otra beca! Lo que me demostraba una y otra vez que había nacido para bailar y que ni el tiempo ni los obstáculos me iban a prohibir hacerlo. Tomo el móvil entre mis manos y le marco a mi hermano que en seguida me contesta. ―Señorita Canarias, voy hacia una cirugía así que tienes dos minutos. ―¡La gané! ―¿En serio? ―¡Sí! ¿Sabes lo que significa eso? Que si me esfuerzo lo suficiente podré al menos entrar ballet nacional de Madrid y por fin podré hacer lo que deseo. ―Estoy increíblemente feliz por tí. Canarias, ese móvil Escucho a lo lejos. ―Ainhoa… ―Lo sé, gracias por contestar.― Respondo y él termina la llamada dejándome so