Mis noches con un vampiro

Vampiro

CAPITULO III

VAMPIRO

Esa noche me quedé profundamente dormida, no me atreví a observar en la ventana o la puerta, aquella amenaza fue aterradora para mi.

Ya estaba amaneciendo cuando golpearon a mi puerta, fui a abrir temblorosa.

_Buenos días señorita Betsaida.

Su voz era de amabilidad y cortesía.

_Soy el mayordomo Silvio, estoy en esta casa las 24 horas los 365 días del año. El señor Alex me envió junto a usted, me temo que aún es de madrugada, pero no tarda en amanecer. Antes de que él llegue, puedo responder algunas preguntas. ¿Me permite pasar?

_Adelante -Exclamé temerosa-

_Le explico lo que ocurrió esa noche.

_¿Esa noche?, pregunté- ¿Hace cuánto tiempo estoy aquí?

_Verá señorita, han pasado 10 días desde que el joven Alex la trajo.

Respondió Silvio, su serenidad no se veía afectada.

_Diez días… ¿Cómo puede ser? Yo solo recuerdo que salí del trabajo, y luego desperté aquí. -las lágrimas empañaron mi mirada- Y mi familia, están desesperados por mi ausencia. Debo irme.

Me levante de prisa.

_Señorita Betsaida, -me interrumpe Silvio- Su familia estaba enterada desde el principio, ellos no la están buscando.

_¿Qué? No es verdad, quiero que me expliquen, necesito salir de aquí por favor. ¡Por Favor! Señor, ayúdeme -me arrodille ante el-

_Señorita, ya levántese, no hay nada que pueda hacer al respecto, usted vivirá aquí hasta un nuevo aviso, las razones se las quiero dar, pero usted no me deja continuar.

_Esto es demasiado para mi.

Caí al suelo de rodillas, posé mi mano derecha en mi cuello aún manchado con un poco de sangre- De acuerdo, lo escucho. -mis lágrimas no dejaban de caer-

_Preferiría que esté en una posición más cómoda para que pueda prestarme atención, -señaló la puerta, para que lo siguiera- Bajaremos al jardín, le vendría bien un poco de aire fresco.

Solamente lo seguí, camine como un robot programado, mis piernas se movían por respuestas, pero mi mente no procesaba aquella situación; ¿Mi familia sabía que estaba aquí, y no hicieron nada para llevarme? permanecí en silencio, fui hasta una silla en medio del jardín, me fije que aquel patio era enorme, no veía el portón del final de la casa, parecíamos estar en medio de la nada; Silvio comenzó a explicarme las cosas detalladamente.

_Usted señorita Betsaida esa noche del incidente fue atacada por un, como decirlo -tragó saliva y siguió- Por un vampiro rezagado, esto significa que es un vampiro que ataca sin medir las consecuencias y sin tomar las debidas precauciones para realizar tal acto, el la ataco para beber su sangre, o dejarla sin sangre para asi matarla y vender este liquido humano al mercado negro aqui en la comunidad de vampiros alfa.

Esta comunidad cuenta con un número considerable de miembros que optan por vivir una vida normal con otras especies, como lo son los seres humanos, su cuello fue brutalmente lastimado aquella noche, perdió demasiada sangre, su muerte era casi inevitable, pero por alguna razón y bastante extraña, usted sigue con vida. - respiró y continuó-

El joven Alex es un miembro de rango alto en la comunidad Alfa, es temido, respetado y odiado mucho más que amado ya que él es un mestizo y pudo llegar a un alto rango que ni siquiera los de sangre pura pueden alcanzar fácilmente.

Su cuerpo estaba en el suelo cuando él llegó en donde usted se encontraba, aún respiraba, entonces la trajo aquí para no levantar sospechas y ver la manera de ayudarla. -yo miraba al vacío en un solo punto, no dije una sola palabra mientras oía-

El mayordomo Silvio continuó.

-me observó curioso, esperaba gritos o que yo saliera huyendo, no lo sé -

_Si se pregunta si acaso se convertirá en un vampiro luego de esa mordida, bueno lo digo por el cliché de que eso pudiera ocurrir, permítame decirle que la tecnología y la medicina avanzan a pasos agigantados; le administramos las dosis para que eso no ocurra, además no todos los humanos soportan la conversión, mueren de un infarto en la mayoría de los casos; existen situaciones concretas para que esto ocurra. Puede estar tranquila.

En cuanto a su familia, ellos recibieron una alta suma de dinero por usted; por ende no presentaron ningún cargo, y están informados que usted se quedará aquí hasta que el Joven Alex así lo decida.

_Señorita, ¿Señorita, me está usted oyendo? -Exclamó Silvio-

Mi rostro estaba en blanco, ¿Vampiros? -Pronuncie esa palabra con un tono burlón- ¿Y ahora me dirá que existen las hadas y los duendes?

_Yo me voy de este lugar, están enfermos, están muy mal de la cabeza, o esto es una estúpida broma.

Al terminar de decir eso; me levante y empecé a caminar sin rumbo.

_Señorita, es en vano, aguarde al Joven Alex, por favor. -Escuche mientras seguía caminando, ya estaba por amanecer, busqué mi teléfono celular, coloque la ubicación de mi casa, pero no tenia señal alguna.

Respire agotada, había pasado casi una hora desde que caminé.

_Ya empiezas a dar problemas y aun no han pasado 24 horas desde que despertaste. -La voz sonaba con enojo- Era Alex, se puso delante de mí, yo me di vuelta y el me jalo hacia él.

_No se si existan los duendes y las hadas, pero yo existo; te prohíbo que me dejes hablando solo cuando te dirijo la palabra.

Me sostuvo del brazo derecho, me apretaba demasiado fuerte, no pude soltarme, hice un movimiento de impulso, lo mordí en el brazo izquierdo, note que su camisa estaba rota, lo alcance con un cortaplumas pequeño, lo tome rápidamente de un mueble de la habitación y lo guardé en un bolsillo de mis jeans.

Alex aligero su fuerza, estiré de las manga de su camisa cuando lo corte, y quedó al descubierto su brazo, me asuste al ver que estaba lleno de cicatrices, cicatrices que se veían como carne roja recién cortada, no sangraba, pero parecía una herida profunda y horrible, el corte que le produje, hizo que de inmediato sangrara.

Del asombro, quedé inmóvil y solté la navaja, su mirada me hipnotizó, sus ojos se volvieron rojos y vi sus colmillos.

¿Eran colmillos de un vampiro?

Si, eran colmillos; definitivamente lo eran.