-Sé que esto complica mucho las cosas entre nosotros.-
-Y no está bien, no debería repetirse.-
-Lo entiendo.- Contestó mirándome a los ojos.
(…)
-Gracias por todo.- Le doy un beso en la mejilla.
-Debí tener autocontrol, no quiero que te alejes de mí por esto, sabes que me encanta pasar tiempo contigo, con Camil, esa niña se ganó todo mi amor en cuestión de días, al igual que tú.-
-olvidemos lo que pasó, nada debería cambiar entre nosotros, yo entiendo muy bien mi papel en todo esto y no voy a esperar cosas que no van a suceder.- Su boca se abre, pero antes de dejarlo hablar, estiro mi brazo hacia él ¿Borrón y cuenta nueva?-
Deja salir un suspiro. –Está bien-
Bajo del auto y me despido de él con la mano desde la entrada de mi casa. Segundos después, se marcha.
Cierro la puerta con llave y sin encender las luces voy a la sala y me acuesto en el sillón.
En este punto está de más decir que me estoy enamorando de Kilian, sé que es la primera vez que lo beso y sé que puede ser muy rápido para saberlo pero uno se puede enamorar de una persona sin siquiera besarla, sin necesidad de contacto físico. Uno se enamora de la personalidad de los sentimientos. Me enamoré de lo atento que es, es un chico comprometido con su trabajo, es humilde, de familia, honesto, con un enorme y valioso corazón.
Una semana después. (…)
Bajo del auto y voy a donde se encuentra Camil, sentada junto a un niño morenito y de ojos verdes, pensándolo bien siempre están juntos a la salida de clases, creo que ya tengo cuñadito de mentiritas.
-Hola cariño-
-Hola mami- Me da un beso y luego se regresa a donde el niño para darle un abrazo y decir “adiós”
Subimos a auto y regresamos a casa.
Subimos a la habitación de Camil. Trato de ayudarle a vestirse pero no me lo permite, creo que eso de que se esté volviendo independiente tan pequeña, ya no me simpatiza.
- Cariño ¿recuerdas que mañana cumples seis?-
-Si, por fin, ya seré grande como tú-
-Yo tengo un poco más de seis, pero bueno ¿Qué te gustaría que hiciéramos para celebrarlo?-
-Quiero una gran fiesta de princesas-
-Para mañana va a estar difícil, yo pensaba que tal vez te podíamos hacer la fiesta en ese lugar a donde te encanta que te lleve, donde están los trampolines y los juegos de todo tipo, yo podría alquilar el lugar y te puedo conseguir un vestido de princesa para que lo luzcas ¿Qué te parece? Invitamos a tus amigos del Kinder ya la familia-
-Me encanta la idea, solo algo más ¿Te puedes vestir de princesa? Y extraño a Kilian ¿puede venir?-
Kilian, hace unos días que no hablamos, tal vez porque ambos estamos muy ocupados o también puede ser que ambos tenemos miedo de cómo van a ser las cosas ahora, es cierto que quedamos en que lo íbamos a olvidar, pero por mi parte, no lo logré, temo que mis ojos delaten lo que siente mi corazón.
De cualquier forma el miedo no es razón para alejarlo de mi niña-Claro mañana temprano hablaré con las mamás de tus amiguitos y después de clases será la fiesta.-
-¿Puedo llamar a Kilian para decirle?-
Le entrego mi teléfono y ella rápidamente ingresa a contactos y lo llama. Que increíble con estos niños de ahora, yo a los seis comía tierra y Camil con casi seis utiliza mi teléfono como si en el estómago de mamá le hubieran dado un curso de cómo usarlo.
Vamos abajo para prepararte algo de comer. Cargo a Camil a caballito y al estar en la primera planta la bajo.- ¿Qué tal si lo llamas en un rato? Debe de estar con algún paciente.-
O con su prometida…
-No, seguiré intentando.- Contesta y corre a sentarse en el sillón.
Tal vez vio de quién es el número y no quiere contestar.
Camil no se da por vencida y lo llama varias veces más hasta que por fin contesta, pero la típica cara de felicidad de Camil al hablar con Kilian, hoy es remplazada por miedo y sus ojos se llenan de lágrimas.
Voy rápido y tomo el teléfono pero la llamada ya fue finalizada. Abrazo a Camil.-¿Qué fue lo que paso? ¿Él te dijo algo malo?- Ella niega con la cabeza sin parar de llorar.- ¿Por qué lloras?-
-Una señora contesto diciendo que dejara de llamar a Kilian, que él estaba ocupado en la boda con ella y que no tenía tiempo para hacer caridad con dos huérfanas-
Con que eso le dijo esa estúpida. ¿Cómo se atreve a decirle eso a una niña?
-Primero que todo, no permitas que él que personas con malos sentimientos te llamen huérfana, te afecte, papá y mamá nos amaron como solo ellos sabían hacerlo, ellos te amaron desde el momento en que supieron que formarías parte de nuestra familia, no sé cuántos podrían decir lo mismo. Diosito decidió que personas tan lindas, tan amorosas, debían estar con él, como angelitos y por eso se los llevo. Ya nuestros padres no están con nosotros físicamente pero siguen en nuestros corazones y nos cuidan desde el cielo como angelitos. Esa señora que contesto solo tiene envidia de que nosotros tenemos dos angelitos cuidándonos y ella no, así que no hay que hacerle caso ¿Si?- Con mis pulgares limpio las lágrimas en sus mejillas.
-Además, ella no tiene una hermana-mamá como la mía.-
-Exacto bebé, ahora vamos a comer, decidí que es mejor ir a comer pizza.- Camil sonríe y corre a tomar su abrigo. No puedo creer que Kilian se casará con alguien así, pero bueno, nadie mejor que él la debe de conocer, quizás ese es su tipo. Pero las cosas no se quedan así, nadie me le puede hablar así a mi bebita.- Recuerda ir al baño antes de que nos vayamos.- Camil se va al baño y aprovecho para marcarle a Kilian, al tercer timbre responde.
-Hola Nia, que milagro que me llames ¿pasa algo?-
Si, que tú prometida es una estúpida, grosera, que trata mal a los niños.- No, bueno si, lo que pasa es que mañana es el cumpleaños de Camil y ella quiere que estés en su fiesta ¿será que puedes?-
-Claro que sí, para ella siempre tengo tiempo, pero pasa algo más, te siento como rara, molesta, no sé.-
-No pasa nada es solo que tuve un día pesado, pero una pregunta ¿será que me puedes dejar hablar con tu novia un momento?-
-Ella ya se marchó, en serio Nía, sé que pasa algo.-
Que hombre tan chismoso- Me tengo que ir, llevaré a Camil a comer pizza, mañana temprano te envío la ubicación de la fiesta, te veo mañana, chao.- Cuelgo la llamada.
1 am (…)
-Que maldita ¿Cómo le puede decir eso a una niña?-
-Lo mismo pensé, Ky.-
-Deberías decirle a Kilian lo que esa estúpida le dijo a nuestra bebé.-
-Lo pensé, pero no tengo por qué hacerlo, mi problema es con ella, no ha porqué meter a Kilian en esto, además no quiero que piense que lo hago para que la deje o por celos, no sé.-
-Podría servir para que él sepa la arpía con la que se va a casar.-
-Estoy casi segura que él lo sabe, solo mira como cada cierto tiempo terminan y al final regresan, y la mayoría de veces terminan por capricho de ella, no lo trata como debería de hacerlo y él sigue ahí, ella es quien él quiere tener una vida, que yo le diga lo que hizo no cambiará nada-
-Solo piénsalo, mientras tanto, vamos a dormir que mañana nos espera un largo día.-
-Cierto, descansa, nos vemos mañana, chao.-
-Chao-
Kylie termina la llamada. Pongo la alarma y apago el teléfono para luego colocarlo en la mesa de noche. Cierro los ojos más mi mente no detiene la fabricación de pensamientos.
Estoy ansiosa por verlo mañana, no es como que haya pasado un año sin verlo, pero siempre me sucede que los nervios me invaden al estar junto a él. ¿Por qué tiene que ser tan lindo? Tan atento, no es justo.
¿Diosito, por qué no lo conocí antes?
En este punto me doy cuenta que es cierta la frase que dice que cuando la vida nos da la espalda, hay que agarrarle las nalgas, mentira, solo juego, la frase dice que no porque dos personas se quieran, por eso deben estar juntas, a veces el amor nos sorprende en el momento equivocado.
Para mi desgracia, llegué tarde a su vida.