Capítulo 19

1441 Words
-Creo que ya es muy tarde y ambos debemos ir a trabajar, vamos a tu habitación.- Me aseguro que todo en su habitación esté bien y antes de salir le dedico un “buenas noches” para luego regresar a mi habitación. Sé que es temporal pero si por mi fuera no me importaría que se quede por mucho tiempo. Lavo mis dientes, y me acuesto a dormir, pero no puedo dejar de pensar que él está bajo mi techo y aunque eso no implica nada me hace sentir ansiosa, ya quiero ver la cara de Camil cuando se dé cuenta que Kilian se quedará con nosotros. (…) Al levantarme la mañana siguiente, escucho mucho ruido en la cocina y me encuentro con Kilian usando uno de mis delantales mientras prepara el desayuno. -¡Buenos días!- Le digo al estar junto a él. -Eran buenos.- Me dice en broma. -Creo que estás demasiado feliz incluso después de que ayer terminaste con la persona que te ibas a casar.- -Si me duele un poco, pero sé que fue para bien y al final del día tengo muchas más razones para estar muy feliz.- -Es bueno que pienses así.- -Bueno ya no hablemos de eso, mejor despierta a Camil para que venga a desayunar, ya quiero ver qué cara pone cuando me vea aquí.- Subo a la habitación de Camil y me acuesto junto a ella, rápidamente la rodeo con mis brazos y la empierno haciendo que se despierte.- Me aplastas.- Me dice riendo. -¿En serio? Yo no te creo, porque yo no peso nada.- -No respiro.- Me susurra. Es obvio que miente, Camil es una dramática. Me quito de encima. -¿Me amas?- Le pregunto. -Mucho, eres mi persona favorita en todo el mundo.- -Yo te amo muchísimo más.- Me quedo abrazada a ella por unos segundos, me encantan estos momentos.-Bueno se nos hará tarde, vamos a desayunar.- Me levanto de la cama y salimos de la habitación Al estar en la última grada veo que su rostro demuestra confusión al escuchar ruido proveniente de la cocina. La curiosidad la invade y corre a la cocina, encontrándose con un despeinado Kilian, su rostro se ilumina y corre a sus brazos. Me podría acostumbrar a esto, pero bueno, mejor no hacerse ilusiones. -Kilian se quedará con nosotros unos días, espero no te moleste.- Le digo a Camil. Ella me sonríe y vuelve a abrazar a Kilian. (…) -Estoy muerta.- Digo al sentarme al lado de Kilian en el sillón mientras cepillo mi húmedo cabello. -Te entiendo, yo igual, hoy me toco atender un accidente de auto, la chica que manejaba venia en estado crítico, intentamos por horas salvarla, fue agotador, lo bueno es que logramos ponerla estable.-  -Qué bueno, que todo salió bien.- -Si, al final salió bien, pero bueno, ¿Cómo te fue con la reunión de padres?- -Los padres son muy cerrados y algunos son bastantes problemáticos fue un infierno.- -Lo bueno es que ya paso, que estás en casa y puedes descansar.- Tiro mi cabeza hacia atrás y cierro los ojos.- ¿Qué mirabas?- Me pregunta. -Historias paranormales, supuestamente reales.- -Iré a tomar una ducha y vengo a acompañarte a ver esto ¿Sí?- -Claro, iré a servir helado ¿quieres?- -Claro- Grita ya desde el segundo piso, segundos antes de entrar a su habitación. Pongo pausa al programa a espera del regreso de mi compañero porque ni loca lo sigo viendo sola y voy a buscar un bote de frutas para acompañar el helado, dejo todo listo para servirlo cuando baje Kilian. Me siento en las sillas del desayunador a esperar mientras uso el teléfono para revisar mis r************* . Varios minutos después un despeinado Kilian baja las escaleras mientras se termina de poner la camisa. Trato de no babear y me levanto a servir el helado. -Si quieres lo hago yo- Me dice tomando el bote de helado.  Niego con la cabeza- No, yo lo hago- Le sonrío mientras le quito de sus manos el helado. Se encoge de hombros, luego toma asiento en el desayunador mientras me observa en silencio. Por alguna rara y tonta razón su mirada me pone nerviosa, me distrae de lo que estoy haciendo. Sirvo el helado rápido junto con la fruta y le entrego la tasita, él la toma, mientras que sin dejar de observarme, una mueca de burla aparece en su rostro.   -¿Qué pasa?- Pregunto Se encoge de hombros y mira su helado.- No sé es solo que si no supiera que es imposible que yo te ponga nerviosa diría que lo estás.- Atrapaaadaaa. Trago saliva. Opto por hacer como que no dijo nada y cambio el tema.- Listo ¿Vamos?- Kilian me examina con la mirada, para luego asentir mientras que en su rostro, podría jurar que hay una sonrisa asomándose. Sujeta la tasa de helado y camina a la sala, mientras que yo voy detrás de él, observando cómo se marcan los movimientos de sus músculos en la camisa blanca que usa. Nos sentamos en el sillón y nos cobijamos con una sábana que siempre tengo para Camil en la sala. Le pongo play al programa y trato de no pensar en que su pierna está rozando la mía. Lo sé, es tonto, pero hasta eso me pone nerviosa, me hace sentir un vacío en el estómago.  Creo que ya estoy perdida. Termino el contenido de mi tasa y la pongo sobre la mesa de noche. Kilian imita mi acción. Las escenas de terror aumentan y no puedo mentir estoy en el punto en el que creo que no voy a poder dormir en la noche, ya me imagino las ojeras que tendré en el trabajo. En una de las escenas una chica que se supone está poseída aparece de repente frente a la cámara y no puedo evitar dar un pequeño salto de sorpresa, mientras mi corazón va a mil. Kilian me observa con una sonrisa burlona.- Definitivamente eres como una niña, ven.- Extiende su brazo detrás de mí y rodeándome con este, me acerca a su cuerpo.- Su toque me pone la piel de gallina y ruego a Dios que no lo note, miro su rostro que se encuentra de perfil observando el televisor y aprovechándome de lo que pasa, dejo descansar mi cabeza sobre su pecho. Varios minutos después el cansancio se va apoderando de mi hasta mis ojos se cierran. Rato después despierto encontrándome con la mirada de Kilian. -Qué pena, no sé por qué me dormí no suelo quedarme dormida tan fácilmente.- -Se te veía muy cómoda.- Dice sonriendo. Y la cordura que el sueño me había quitado, vuelve a mí. Nuestros rostros siguen muy cerca y sigo recostada en su pecho, mientras que su brazo está rodeando mi cintura.- ¿De qué estás roja?- Me pregunta. Cierro los ojos y respiro hondo, cuanta humillación me provoco solita. -Desde pequeña me pongo roja cada que despierto de una siesta- Respondo, esperando que crea mi patético intento de mentir. -Qué extraño, pero bueno, creo que es buen momento para que vayamos a dormir- -¿Vayamos?- Pregunto tratando de ponerlo nervioso y por lo visto lo estoy logrando. -Ya sabes, no me refería a eso, yo hablaba de subir a dormir no juntos, bueno, sé que me entendiste.- Contesta. No puedo evitarlo y termino riéndome de su incomodidad, hasta que noto que su rostro cambia por una mueca indescriptible, solo sé que algo hará. – ¿Así que te diviertes poniéndome nervioso?.- Guarda silencio mientras muerde su labio y acorta la distancia que nos separa.- Te reto a que rías de nuevo de mí- ¿Estúpido, como me hace esto? Me quedo en silencio, observando sus ojos hechizantes y pasando mi vista a ratos por sus labios. Maldita sea, tengo que reaccionar, hacer algo o mi apodo será la estatua Nia. De verdad lo intento pero mi cuerpo no responde al llamado de auxilio que mi cerebro le envía. -Yo…-Cierro los ojos y tomo un respiro- Me voy a dormir.- Me levanto del sillón. -Gallina.- -No me ofende lo que no me supera.- -S tú lo dices.- Contesta sonriente, mientras se levanta y recoge los platos sucios para llevarlos al lavaplatos, luego subimos las escaleras.- Espero que puedas descansar- Dice. -¿Por qué no lo haría?- -Si sabes que lo que vimos era basado en hechos reales ¿Verdad?- Ver mi cara en este momento debe ser un chiste, es obvio que logro asustarme. Rápidamente me abraza y me da un beso en la frente tomándome por total sorpresa.- Que descanses- Dice para luego entrar a su habitación.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD