La luna nos sorprendió abrazados, después de demostrarnos nuestro amor, otra vez… nos llenábamos de besos, de caricias y abrazos. La ternura estaba en cada rincón de aquella habitación, que hasta el día de hoy, guarda todo lo que somos, y lo que fuimos… Camilo – Amor… ¿qué te parece si nos vamos a Rusia? (susurrándome al oído mientras me besaba el cuello) Rocío – ¿Qué dices? (sin darle demasiada importancia)… Camilo – Rusia, Siberia… jaja Rocío – Jaja… dicen que es bonito… quizás luego del Mundial, amor… (Acariciando su rostro)… tendré unos días libres ahí que coinciden con los tuyos… Camilo – No, amor, no me entendiste… (Sonriendo)… hablo de ir a vivir allá… Rocío – ¡¡Ya deja las bromas!! ¿Qué haríamos tú y yo en Rusia? Camilo – Lo mismo que aquí, ser felices… Rocío – Amor… pero