Camilo De solo pensar en lo bien que me la iba a pasar esa noche con Alice, no podía evitar estar con más calor que de costumbre. Ella había hecho fama a costa mío y era hora de que sirviera para algo… ya después me encargaría de aclararle a Rocío de que nada tengo que ver con ella. ¡Esperen! ¿Por qué tengo que darle explicaciones? No es mi novia… es mi amiga… una amiga que… Camilo – ¿Qué le pasa a tu hermana que está tan feliz? (mientras corríamos alrededor del campo). Mateo – No se… dormí en casa de Laura, no la vi hoy… Camilo – ¡¡Uyyyy!! ¡¡Cómo estamos!! Tú sigue comiendo pan delante de los pobres (golpeando su cabeza mientras me reía). Mateo – ¡¡Ouch!! ¡¡Oyeee!! ¡¡No es mi culpa que tú seas tan lento!! Camilo – ¡¡Oye, respétame!! Mateo – ¡¡Pues es la verda