MESES DESPUÉS. Entró a la casa de Kate con una sonrisa cansada y un suspiro de alivio. Es mi despedida de soltera, pero no la típica despedida llena de locuras, juegos atrevidos o strippers como la que organicé para Elsa en su momento. No, esta noche es exactamente lo que necesito, y eso es una reunión tranquila con las mujeres más importantes de mi vida. —Espero que no hayan inventado nada extraño —digo, dejando mi bolso en la mesita de la entrada y deslizándome fuera de mi chaqueta. Mi suegra, Kate, me recibe con los brazos abiertos, su elegante porte intacto, como siempre. Mi madre y mi Yaya están sentadas en el sofá, charlando como si no hubiera mañana. Mi hermana, Daniela, está abriendo una botella de vino, mientras Blue, mi mejor amiga, está junto a Elsa que trae un bol de la coci