La hija de mi jefe

Para el serio Alan Beresford, encontrar en el momento menos esperado a una alocada e irreverente chica, será un dolor de cabeza con el que tendrá que lidiar en un viaje en avión hasta Nueva York. El dejar el pasado atrás, con todas las malas decisiones tomadas; es una oportunidad para empezar una nueva vida en una importante ciudad, con un empleo bien remunerado y un jefe bastante particular. Pero al llegar a su sitio de trabajo, culpa a todos los dioses por encontrarse con lo que él llama su "karma personal". Una atractiva pelirroja que conseguirá no sólo irritarlo, sino también hacerle sentir aquello que tan desesperadamente había tratado de evitar, luego del chasco de un compromiso fallido y su corazón roto; al haber amado y ser despreciado por primera vez en su vida. Tratará con todas sus fuerzas de ser indiferente a lo que ella le provoca, adjudicando esas sensaciones a lo que él vulgarmente llama "estar cachondo". Con eso en mente, decide hacer lo que su cuerpo le pide, sin siquiera entender el motivo del deseo insaciable que siente con solo verla. Pero no tardará en rendirse a lo que sabe, no se trata solamente de un mero deseo sexual. Incrédulo ante la inevitable atracción que siente por ella y al conocer un secreto que guarda esa pelirroja con tanto celo; entenderá al final que cuando dos almas heridas se encuentran, irremediablemente están destinadas a sanarse. Que nada puede hacer cuando el viento del amor sopla nuevamente en su dirección, dándole la oportunidad de entender que esa puede ser la única salvación, para entender la vida de una manera como nadie antes le había podido enseñar. «El dolor, aunque es indeseable, es el único que puede propiciar un verdadero cambio»