17

1991 Words

—No me toques— Intenté que mi voz saliera firme, pero en cambio solo me tembló el cuerpo. Sus profundos ojos oscuros me observaron con fascinación, como si mirara la cosa más bonita del mundo— No tienes derecho a pedir nada— Escupí aun sintiendo sus manos en mis muslos— Tampoco puedes tocarme, porque recuerda que soy una mujer casada— Dije entre dientes, solo para ver su cara transformarse en oscuridad total. Su mano quedó atorada en mi cuello, no hizo presión, pero la amenaza estaba ahí. —Si, casada— Escupió con asco— Dejaste que te tocara, que te marcará— Trague saliva tratando de mantenerle la mirada— Le abriste a un imbécil las piernas cuando yo me fui, y ahora mira, te respira en la nunca y yo soy el único que puede salvarte el culo— Mi mano se estrelló contra su mejilla, Reprimí un

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD