Salimos del apartamento. Stone está esperándonos para abrirnos la puerta del carro.
—Srta. Williams, me da mucho gusto que se encuentre bien.
—Gracias, Stone, por todo.
Nos subimos al coche y, después de unos minutos, llegamos a la recepción de un hermoso hotel. Cuando entramos, está un señorita en la puerta.
—Sr. Foster, lo estabamos esperando. Si gusta pasar por aquí...
Jacob me toma de la mano y caminamos por un pasillo que lleva a un salón. Al abrir las puertas, me sorprendo enormemente: están mis padres, guapísimos; la Sra. Bennet, Lina, Dylan, Jane, Alex y los preciosos mellizos, que están vestidos muy elegantemente de gris, como su tío; y también hay algunos compañeros de la empresa y Stone, por supuesto. Cuando volteo a ver a Jacob, él tiene una rodilla en el suelo y sostiene
