Un hombre muy guapo se encontraba ahora en ciudad de México, las propiedades donde se encuentra la máxima producción, está en un su pico y deben ser supervisadas por el mismo Jefe - Espero que hoy esté solucionado el problema de lo contrario, volaran cabezas – dijo el guapo hombre al gerente encargado y su secretaria, esta no dejaba de hacerle ojitos, mientras que los ojos de este hombre lo único que expresaban eran frialdad increíble que humeaban y hacían temblar a cualquiera que presenciara el momento, sin embargo, la mujer le gustaba esa aura y quería ser parte de la vida del jefe, ella pensó que tan afortunada y rica fuera si solo pudiera ser la amante del jefe - Si jefe, no se preocupe – responde el gerente con los dientes temblando El hombre se dirige al jet