NUEVO HOGAR

1215 Words
Shaira. Pensé que cuando el juez dijo pueden besarse, sería como en las historia que leía en el castillo, pero para mi sorpresa fue muy diferente, el hombre con el que me case simplemente giró en sus talones y salió de la oficina, quizás no era la boda que soñaba, pero el hecho de casarme con este guapo hombre, me tenía muy feliz, casi no conocía chicos en el castillo, todo en mi vida se basaba en clases rutinarias, profesores estrictos y no tenía muchos amigos, más bien no tenía, el único que siempre me acompañaba en todo como guardia personal además de ser el abogado de la familia real, era Jhors, a pesar de su corta edad, porque era muy joven y guapo, era mi único y mejor amigo, mi educación siempre fue dentro del castillo sin posibilidad de salir al mundo, el castillo era tan grande y cubre tantas hectáreas, que ni siquiera tenía que salir del castillo para nada, hoy era la primera vez que viajaba al mundo real por mi propia cuenta, cuando le dije a Jhors mi abogado y amigo, que me quería casar una vez saliera, él pensó que estaría loca y trato de hacerme entrar en razón, pero para mí era la única manera de empezar una vida, tenía un plan y debía seguirlo a toda costa, para que mis padres dejaran la tonta idea de casarme por un pacto, y que mis padres aceptaran la vida que yo eligiera para mí, Jhors se encargó de todo, yo solo tenía que llegar a conocer mi futuro esposo, no me importaba como fuera y que recursos tuviera, mientras fuera trabajador y me amara nada más importaba. Cuando llegamos en el Jet, Jhors ya tenía varios modelos de vestidos para mí, todos blancos y de diseñadores Romanos, elegí un vestido sencillo pero muy bello, es largo con tela de seda y pliegues ondulados pequeños, en el centro tiene doble cerilla de diamantes incrustados que rodean mi delgada cintura, es de un solo hombro y en él tiene un evillo de diamantes cristalinos, cuando estuve vestida, entraron 3 chicas una se encargó de mi peinado que fue un recogido alto con hilos de mi cabello que rodeaban mi rostro, otra se encargó de mi maquillaje que lo quise ligero, la verdad no soy chica de usar tanto maquillaje, y la otra chica se encargó de mis uñas con un color pastel suave en ellas, me puse unos pendientes de ángel pequeños, la cadena que mis padres me dieron desde que nací y mi propio anillo de bodas, ya que no nos conocemos y solo nos inscribimos en matrimonios al azar, cada quien debería llevar su propio anillo de matrimonio. Al llegar a la oficina de asuntos civiles se llevaba una pequeña ceremonia de varias parejas que se casaban, Jhors me guio hasta un pequeño cuarto donde un hombre joven y una señora que parecía ser su madre estaban esperando, después de estar oficialmente casados, La madre de Owen se presentó conmigo. - Querida, soy Clara de Wales la madre de Owen, seré como tu madre, de ahora en adelante vivirás con nosotros en nuestra casa y puedes decirme madre, disculpa a mi hijo solo está un poco atareado en este momento por eso se tuvo que ir enseguida - - No se preocupe señora Clara, disculpe Madre - lo dije casi entrecortada y mirando en suelo, era la primera vez que alguien extraño me trataba con tanto cariño así que siento un poco de vergüenza. - Pequeña - me dice ella sobando una de mis manos entre las suyas. - Ven, vayamos a casa todo está listo y él llegará luego, su habitación de noche de bodas está preparada para ambos - cuando dijo esto mis mejillas tomaron un color rojo vivo, desviando mi mirada le pregunté. - Podría despedirme de mi amigo - ella asintió con la cabeza. Me aleje un poco y le dije a Jhors que me mantuviera informada de todo y que nos siguiera, para que el supiera donde viviría de ahora en adelante, el asintió y me envió a mi correo el archivo con la información familiar y todos los gustos de Owen, por información de Jhors sabía que eran una familia muy influyente en Alemania, así que suponía que iríamos a su mansión la que poco antes había mirado en el archivo, estaba demasiado emocionada, por fin tendría mi nuevo hogar. Para mi sorpresa cuando llegamos a la que sería mi nueva casa me impresione mucho pero no lo demostré, era una casita sencilla de un piso, tiene 3 alcobas sencillas, toda la casa estaba amoblada con aparatos y muebles comunes pero habitables, todo estaba muy limpio y para mí era suficiente, mientras viviera feliz, no importaba si tenía que llevar una vida de plebeya el resto de mi vida, la madre de Owen, Clara me siguió mostrando la casa en si no había mucho que mostrar, pero aun así mostraba en el lugar que viviríamos, la alegría que sentía de ser una mujer casada, claro con una identidad falsa, pero aun así era yo, podría tener una vida placentera junto a un guapo hombre del que si quizás pronto me enamoraría, la cocina tenía todo en orden y una mesa en el centro de esta, solo lo suficiente como para vivir 3 personas en ella, un patio con una lavadora, cada habitación tenía su baño privado lo cual me agrado mucho, pensé que eran una familia rica y que tenían muchas propiedades lujosas pero esta no tenía nada de lujo, conocía todo este tipo de vida, ya que me enseñaron muchas cosas en el castillo, así que una vida sencilla para mí era magnifica, poder hacer mis propias cosas a gusto para mí era la mejor vida que podía tener, estaba cansada de ser atendida por tantos sirvientes todo el tiempo y vivir oculta como presa en ese castillo ya me tenía sofocada, era una tortura no poder siquiera vestirme sola. Clara me saca de mis pensamientos, y me dirige hacia la que sería nuestra habitación o más bien la mía y la de mi esposo, ¡MI ESPOSO!, esa palabra me hacía muy feliz, tenía un gran significado para mi, seria nuestra primera noche y no tenía ni idea de cómo resultaría esto, pero solo quería iniciar una vida, quizás, sí muy pronto tendría un hijo, mis padres simplemente dejarían la idea de casarme por una promesa y me apoyaría. Sigue soñando, me dice mi subconsciente, Clara me habla. – Hija esta será su habitación, espero muchos nietos en el futuro - mi cara se podría deshacer de lo roja que estaba y el calor que sentía en ese momento, ella me calma diciendo con una risita. - No te preocupes hija él será muy respetuoso, solo conózcase y vivan felices, los nietos pueden venir después, pero no tengo mucho tiempo así que apúrate - a decir verdad eso me ayudó muy poco mi vergüenza era aún mayor después de escuchar sus palabras. - Entra tus cosas y dúchate, prepare una comida muy rica para darte la bienvenida, mi hijo estará en casa muy pronto para su noche de boda con su esposa - terminó de decir al ver que no respondía nada.
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