El conde Parson, antiguo consejero del duque Aldrich tomó la carta y la revisó, después comparó las notas que tenían y tras un exhaustivo análisis que a Gideon le pareció eterno, sentenció – la muralla ha estado reportando problemas de abastecimiento y según los números que tenemos, los suministros se han mantenido sin cambios, sí el emperador está desviando recursos, tiene sentido.
– Como dice la carta – insistió Gideon – sabíamos que algo estaba pasando, si el emperador sigue con este plan, volverá a pasar.
Las manos de la antigua duquesa temblaron al recordarlo.
El señor Aldrich bajó la carta – no tiene justificación, Kalan y el imperio firmaron una alianza hace cuarenta años, el embajador Batista es amigo de la familia imperial, no hay razón para iniciar una guerra.
Gideon perdió l
