INNA...
Lo observo subirse al avión haciéndome una señal con la mano para que lo llame a lo que asiento con la cabeza. No me muevo de mi lugar hasta que el avión despega y lo pierdo de vista. Me subo a la camioneta con Kesha a mi lado, lo escucho hablar sobre lo que debemos hacer en Mónaco. Bajo la mirada hasta el brazalete que me acaba de regalar Sebastián.
Suspiro pensando en lo raro que llego el amor a mi vida. Lo que comenzó como una follada rápida se convirtió en algo realmente importante en mi vida porque eso es Sebastián para mí. Luego de lo que sucedió hace tres años tuve que admitir que me enamore de él, de lo contrario jamás le habría dado el abrigo arriesgándome a perder la confianza de los Sokolov. Pero aquella noche en la que él me acompaño a la misión en Mallorca, el solo p
