CAPÍTULO 36

726 Words

Retrocedo y niego. No es cierto. El aire se escapa de mis pulmones al saber que estoy embarazada. Un hijo no está en mis planes. Mis manos empiezan a sudar y me pongo muy alterada. —Tal vez te equivocaste, Griselda. Las pruebas a veces no sirven —balbuceo. Busco alguna excusa tomando la caja y la prueba para tirarla a la basura, pero ella me la arrebata. —No, señorita Mía, esta prueba es la más cara. No puedo equivocarme porque tengo un hijo y sé los síntomas. Pero ¿cómo pudo pasarme esto si siempre nos hemos protegido? Bueno, solo hubo dos ocasiones en las que él no usó protección. —¿llamaste a Estefanía? —indago, asustada. —No, pero si quiere la llamo ahorita. —No, no. Por favor, suspende mis reuniones. Te encargo el resto del trabajo. Si alguien viene, dile que estoy indispuesta.

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD