Capítulo dos

1507 Words
Fueron un par de horas lo que Lilith permaneció en la habitación sin poder moverse, durante todo ese tiempo estuvo intentando acordarse la manera en la que había terminado en la casa del desconocido, cuando noto que no tenía manera de acordarse simplemente tuvo que calmarse. Le tomo bastante tiempo acordarse de que era lunes y debía ir a trabajar, al retomar el sentido, apresuradamente ingreso al baño, ciertamente era espacioso mucho más que cualquier otro que haiga visto anteriormente. No dudo en abrir la regadera y bañarse lo más rápido que pudo, el tiempo volaba literalmente y su horario de entrada estaba casi a la vuelta de la esquina, la mujer no podía permitirse volver a llegar tarde, sino alcanzaba a llegar podría ser despedida. ¿Dónde encontraría otro trabajo como el que tenía? Desde el interior del baño escucho como la puerta se abría, los pasos resonaron seguido de una voz ronca y varonil—Te he conseguido algo de ropa, no puedes usar la misma—comento el desconocido—la dejare sobre la cama—tras este comentario se escuchó como se volvía a cerrar la puerta. Una vez que él se fue la joven suspiro aliviada, en realidad no se sentía bien estando en una casa ajena en quien sabe qué lugar del inmenso estado, además era un completo desconocido. ¿Qué estaba pensando cuando lo acompañe a su casa? ¿Cómo rayos sucedió todo esto? Mientras secaba su cabello los recuerdos golpearon a su mente, todo comenzó a cobrar sentido, la culpable de la situación en la que se encontraba era nada más y nadie menos que Emma, su mejor amiga, Lilith sabía claramente que seguir a Emma nunca terminaba bien, pero era su amiga. *Flashback* En la tarde Emma había estado insistiendo tanto que con resignación accedió ante el deseo de su amiga, incluso si conocía bien como terminaría noche, ella forzadamente la acompaño ansiando regresar a casa para descansar mejor, después de todo tan solo deseaba pasar un buen rato en casa comiendo helado mientras veía una película o una de las tantas series que nunca terminaba de ver. … Cuando estaba a punto de irse, un sujeto la detuvo arrastrándola hacia un grupo de amigos suyos que lo esperaban, al inicio creyó que la confundieron, pero luego entendió que no, simplemente habían decidido arrastrarla como si fuera un objeto. Los desgraciados la obligaron a beber aun cuando ella se negó y aunque pidió ayuda, nadie acudió a su auxilio, pensaba que terminaría peor la situación, pero entonces el desconocido intervino como un ángel caído del mismo cielo, enviado para protegerla. Sino hubiera sido por ese sujeto quien sabe que hubiera sido de ella, quien sabe lo que esos hombres pudieron haberle hecho y hoy a ese mismo hombre le había dado un puñetazo al despertarse. *Fin del flashback* Lilith solo podía golpearse mentalmente debido a lo horrible que lo había tratado, si a alguien tenía que culpar solo podía culparse a ella misma por la situación en la que se metió por haber acompañado a su mejor amiga. Al salir tomo la ropa que el desconocido dejo sobre la cama tal como había mencionado, sin pensarlo dos veces la vistió, una vez que estuvo presentable salió del dormitorio, mientras se deslizaba por las largas escaleras se encontró con un pequeño. El niño la miro por un buen rato, claramente estaba sorprendido con su presencia, se acercó a ella y la tomo de la mano, Lilith amablemente se lo permitió puesto que era tan adorable que le recordaba a su infancia, los momentos junto a su padre fueron algo que nunca pudo olvidar incluso después de su partida. —¿Descansaste? —pregunto amablemente con una enorme sonrisa, la joven asintió mientras bajaban las escaleras juntos, aunque se encontraba confundida por la acción del pequeño decidió pasarlo por alto. Pero lo siguiente la tomo desprevenida—¿Serás mi madre? —dicha pregunta, más la forma en la que la miraba con ternura fueron una daga directa a su corazón. ¿No tiene una madre? Lilith no sabía que responderle, el pequeño al verla callada pregunto nuevamente—Vivirás con nosotros, ¿verdad? —ante eso el silenció nuevamente reino. Al pie de las escaleras se encontraba el hombre al que había golpeado hace unas horas, por supuesto él había escuchado las palabras del pequeño, Lilith esperaba que el sujeto le explicara al niño la verdad, no obstante, de sus labios no salió ninguna sola palabra. Nuevamente el silenció reino y la emoción en el niño poco a poco parecía desaparecer. —Me tengo que ir—comento la joven soltándose, no sabía cómo irse sin hacerle daño a nadie, menos a quien le sostenía la mano con esperanza, el pequeño la miro suplicantemente. No te vallas, quédate—si no fuera por esos ojos brillosos que se aproximaban al llanto tal vez ella no hubiera retrocedió de la forma en que lo hizo, finalmente no pudo soportar causarle tristeza al pequeño. —Vendré a verte después—comento Lilith sosteniendo con su mano con fuerza—te lo prometo—con la otra mano extendió su meñique haciendo una promesa, el niño sin dudarlo lo sello—tienes que venir, lo has prometido. Tras esto, una empleada del hogar los interrumpió—Joven maestro—llamando al pequeño, el niño corrió hacia la mujer y juntos abandonaron el salón. Tal vez en el fondo el pequeño necesitaba un cariño más profundo que el que una nana podía ofrecerle, después de todo estaba pequeño y no comprendía la ausencia de su madre. Lilith estaba a punto de salir por la puerta cuando se vio detenida por la voz fría y cortante del desconocido—Ónix—murmuro el sujeto—¿Tú nombre? —la mujer estaba sorprendida por la forma en que se lo pedía, pero sintió que se lo debía ya que se portó mal con él cuando despertó. —Lilith—musito, al darse la vuelta para marcharse de nuevo tuvo que detenerse—¿Qué sucedió el día de ayer? —la curiosidad en su tono de voz se hizo evidente, ella miro ansiosamente su celular, realmente no quería hablar de lo sucedido por ende comento—La verdad no recuerdo, perdón por como reaccione hace rato. Ónix ante la negativa respuesta de la dama, él murmuro—Regresa temprano. La chica no tenía intenciones de volver por lo cual negó, luego a prisa se dirigió a la salida, estando a unos metros de la puerta, Ónix sujeto su brazo con fuerza y la acorralo contra la pared. —Tienes que venir, lo has prometido—menciono tajantemente—sino regresas, hare de tú vida un completo infierno—amenazo el hombre fulminándola con la mirada—diste tú palabra. Te aseguro que puedo cambiar tú vida con solo decir una palabra, no te conviene tenerme de enemigo—advirtió descaradamente manipulando a Lilith, la dama que quería una vida tranquila ante la amenaza solo pudo bajar la cabeza sumisamente y acceder ante la petición del hombre. Tan pronto como obtuvo lo que quería se separó de ella dándole el espació que le había robado, acto seguido levanto su teléfono y marco, estando a su lado ella escucho las ordenes que este le dio al sujeto con quien hablaba, al finalizar sin siquiera pedir su opinión hablo—El chofer te espera. Lilith se limitó a asentir, mientras se despedía en silenció deseando no volver a encontrarlo, tal como Ónix había mencionado a la salida el chofer la esperaba, dio su dirección y el resto del camino estuvo en silenció. … Al llegar a su casa tan solo quiso acostarse y no volver a levantarse, la hora en su reloj marcaba que tiempo de ir al trabajo, más su ánimo no estaba del todo bien, recostada envió un mensaje solicitando que le pasaran al turno de la noche o que le dieran el día libre ya que había tenido unos problemas y debido a eso no podría presentarse en su horario establecido. Afortunadamente su jefe accedió ante la petición de la joven, estaba a punto de soltar el móvil para sumirse en un sueño con el objetivo de olvidarse del evento cuando le llego un mensaje de un desconocido. “NO OLVIDES LO QUE PROMETISTE” —¿¡Es enserio!? —cerro los ojos y dejo caer el móvil a su costado. ¿Cómo obtuvo mi número? Sin poder creer que se tratará del hombre de hace unas horas opto por olvidarse del mensaje, después de todo era y sonaba totalmente descabellado que él consiguiera su número por una absurda promesa, incluso pensó que podría ser su amiga, ya que a Emma le prometió no dejarla sola, sin embargo, tras el suceso ella desapareció y apareció en casa de un completo desconocido de nombre extraño. Pensando a probablemente era Emma molestándola y debido a su mala racha por seguirla ni siquiera pensó en contestarle.
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