Débil ante las cosas hermosas

1107 Words
El viaje a la ciudad de Bratis duro dos días ya que ellos estaban tan emocionados por llegar a Bratis que siguieron avanzando aún después de que el sol se ocultara y la luna tomará su lugar, por suerte para ellos esos días había luna llena así que el viajar de noche no fue un problema. Al llegar a la ciudad de Bratis se dirigieron a la dirección que había en la carta, la casa a la que llegaron estaba en la parte rica de la ciudad la cual era enorme y tenía un bello jardín, como ellos habían viajado sin descanso de veían muy mal y su olor no era mejor, los guardias que estaban apostados en la entrada al verlos les dijeron que estaba prohibido para los pobres deambular por ahí. Rita se había molestado mucho cuando les dijeron eso y saco la carta que la matriarca les había dado y la tiro al suelo y le dijo al guardia que había hablado. __ Déjame decirte que estamos aquí porque tu señor nos ha enviado a llamar, así que más te vale que nos dejes entrar. El guardia reviso la carta que llevaba el sello de la familia Beker y al darse cuenta que los dos jóvenes que estaban parados frente a él decían la verdad dijo. __ Lamento mucho a verlos confundido con vagabundos, por favor pasen, los estábamos esperando. Los guardias abrieron las puertas y Rita paso levantando la cabeza con orgullo como si no estuviera llena de barro y hojas, eso era algo que siempre había impresionado a Daniel de Rita, a ella no le importaba como luciera siempre caminaba orgullosa y segura de si misma. Cuando entraron en la Mansión había una sirvienta de mediana edad y algo regordeta esperando por ellos y al verlos les dijo. __ El señor Beker les espera en el recibidor, pero si desean tomar un baño antes de hablar con él lo entendería. Daniel se sintió sumamente feliz al escuchar la palabra baño y dijo. __ Si por favor. Pero como siempre Rita no podía quedarse callada y dijo. __ No hay necesidad de hacer eso, hablaremos primero con él  y después nos daremos un baño. La sirvienta se quedó mirándolos un momento y dijo. __ Esta bien, como deseen. La sirvienta los llevó a la sala donde se encontraba el mercader que había contratado sus servicios, al abrir la puerta el mercader se les quedó mirando como si no supiera que hacían dos mendigos dentro de su casa y antes de decir algo la sirvienta dijo. __ Mi señor, ellos son los mercenarios que ha contratado. __ ¿A si? __ Si señor, disculpe nuestra apariencia pero hemos viajado durante dos días sin descansar asi que quizá nos veamos un poco sucios. Rita había dicho que se veían un poco sucios pero la verdad es que apestaban a barro y a sudor, ya que había llovido el último día de su viaje y como el barro estaba flojo se habían deslizado por una ladera por la culpa de Rita que había visto una rana y se había asustado y había puesto mal el pie y se había resbalado y arrastrando a Daniel con ella. Daniel habia estado furioso el resto del camino, ya que a pesar de que ella era una gran guerrera le tenia miedo a una simple rana a lo cual Rita había dicho que no les tenía miedo era que simplemente le daban asco. __ Está bien, lo importante es que ya están aquí. El mercader era un hombre mayor que tenía el cabello gris que resaltaba mucho sobre su piel bronceada, sus facciones eran elegantes y a pesar de que quizá tenía algunos cincuenta años aún se le podía considerar atractivo él les dijo. __ Por favor tomen asiento y Matilde ve y llama a Asiel que venga enseguida. La sirvienta hizo lo que su señor le mandaba y al salir Rita se sentó en el sofá con las piernas cruzadas y le dijo. __ Señor Beker en la carta desia que necesitaba dos mercenarios experimentados para escoltar a su hijo. _ Así es, mi hijo tiene que ir Kang pero el camino a sido tomado por unos bandidos y no quiero que le pase nada. _ Esta bien cuando quiere que marchemos. _ Ya que el camino pueda que sea peligroso quiero que descansen mañana y salgan pasado mañana tras que salga el sol. Daniel quien aún seguía de pie dijo. __ Eso nos parece bien señor. Cuando Daniel terminó de hablar la puerta se habrio y un hermoso joven que parecía tener algunos dieciocho años de piel bronceada y los ojos a, azules como el mar dijo. __ Padre me has enviado a llamar. __ Si Asiel, quiero que conozcas a los dos mercenarios que te acompañarán durante tu viaje la ciudad de Kang. Rita al ver al hermoso joven se levantó del sofá se acerco a él, le estrecho la mano y se le quedó mirando detenidamente y dijo. __ Eres realmente guapo. El joven al ver a Rita que tenía el cabello como un nido de pájaros lleno de hojas y la cara llena de barro quiso alejarse de ella pero ella lo sujetaba fuertemente y lo veía como si quisiera desnudarlo con la mirada, Asiel comenzó a sentirse avergonzado y su rostro se tiñó ligeramente de rojo. Daniel quien temia que Rita hiciera algo más que tomar de la mano al joven se acerco a ella y le dijo a Asiel. _ Es un gusto poder conocerte, yo soy Daniel y ella es Rita. Asiel se veía sumamente nervioso por la mirada de Rita y dijo. _ El placer es mío, espero que nos llevemos bien durante nuestro viaje. _ Si eso espero, bueno como es tarde y estamos cansados nos gustaría poder tomar un buen baño y una deliciosa comida. __ Oh si, lamento ser tan descortés, Matilde por favor tratales como a nuestros invitados y muéstrales sus habitaciones. __ Si señor. Daniel tuvo que sacar casi a rastras a Rita quien parecía fascinada con Asiel y al salir de la habitación ella le dio un pisotón a Daniel y le dijo. _ Déjame, puedo caminar sola. Daniel sabia que Rita tenía una debilidad por las cosas hermosas, lo cual les había causado un sin fin de problemas durante sus misiones y sabía que reprocharle por eso no hacía más que hacerla enfadar y que él se ganará algo más que un simple pisotón así que no le dijo nada sobre como casi se abalanza sobre Asiel y siguió caminado detrás de ella. ************************************
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