Calvin
Tenía certeza de que volvería el mismo día a París porque lo habíamos conversado hacía algunas semanas, cuando me comentó que iría a Marrakech en la misma fecha que Brii. En ese momento, en el fervor de la pedida y de conocer al niño, mi mente lo había olvidado, pero lo cierto es que haber vuelto a hablar seguido con ella luego de la recuperación de Brii, me tenía muy feliz aunque no pensaba reconocérselo ni a mi hija, ni a Malcom. Ambos insistían en que estaba enamorado y eso no era así. ¡No podía ser así!
En ese momento una mezcla de sentimientos dentro de mí… por un lado, estaba inmensamente feliz por la pedida de mano y sobre todas las cosas, por tener al niño de Antoine en mis brazos, a ese que algún día me llamará “abuelo” y al que ya quiero como si realmente lo fuera. Es e
