Vania Isabel La casa empieza a ser visible y en cuanto veo la puerta de madera, las ventanas cerradas y las cortinas azuladas brillando, no puedo seguir ignorando el miedo que siento. ¿Qué va a decir mamá? ¿Qué dirá la tía Bree? El tío Carter ha tratado durante todo el viaje de hacerme sentir segura de que nadie va a recriminarme nada, de que todos están conscientes de lo que hice y porque, que solo es papá el que está ligeramente enfadado. Pero una parte de mí, se culpa. Quizá, de no haber huido, de haberme quedado Răzvan no se habría marchado con papá. Los tendría a los dos conmigo, y no tendría que sentir la culpa. Ellos no debería estar afuera buscando a un viejo cazador vengativo. —Todo estará bien. —La voz del tío Carter me sorprende. Y al mirar al frente, me doy cuenta que est