—Tienes que pasar desapercibido— El hombre pelirrojo hablo. Era mi tío, y también cuando se lo propina era un gran grano en el culo. Lamentablemente él era el jefe y tenía que seguir las órdenes. —¿con el físico que tiene? Lo dudo mucho— Gabriela comentó mordiéndose el labio y comiéndome con sus ojos azules— Eres de ese tipo de hombres que moja las bragas con tan solo mirarte, ¿cuando vamos al hotel, cariño? — La ignore. Ella no me interesaba. —Hablo en serio, Dalton — Me advirtió—No te relaciones con nadie, ni hagas amistades, estarás en operativo, ya debes de saber las reglas, ¿no?— Asentí . Entramos a la oficina donde se llevaba a cabo las juntas importantes—El caso no es difícil para ti, solo te lo asigne en lo que te recuperas de la lesión de tu brazo. Después regresarás al opera