La llamarada de humo n***o volvió a parecer en nuestro campo de visión y el hechicero regresó con su porte misterioso y escalofriante en sus manos traía una especie de caja pequeña, su color era dorado y tenía grabado dibujos extraños. ¿Que era esa caja? mi curiosidad picaba, quería saberlo todo, ese era mi mayor problema, porque si bien lo recuerdo la curiosidad mato al gato. —Disculpenme, he ido a buscar esto —.señaló su mano mostrando la caja —, es un veatrúm. —¿Veatrúm? —.inquirí confusa, he escuchado esa palabra antes, sé que la leí en algún libro de mamá. —, ¿Que es eso, señor Bruno? —No puedo decirte que más eres aparte de una poderosa hechicera —sentenció, mi entrecejo se frunció de inmediato. ¿Cómo que no puede decírmelo? —, me lo ha prohibido la Diosa, bien sabrás que no s