Junio Oz Debo admitir que vivir con los Clyde nos dio un giro bastante grande en la vida, el viejo nos enseñó a vestir adecuadamente para ocasiones formales y nos dio una lección para tratar de mejor forma a las personas, pero se sorprendió al ver que Isma y yo teníamos talento para ganarnos la confianza de otros con una buena máscara, lo que nos ayudó a la hora de obtener y mantener los empleos. Hace un par de meses le ofrecieron uno a Isma en otro taller de autos donde le pagan mejor, en mi caso seguía como conserje en un hospital, en ocasiones era bastante duro, sobre todo al haber días tan agitados en urgencias o cuando había muchas cirugías, la exigencia en la limpieza era muy alta por obvias razones y había que tener cuidado con todo. Debo admitir que aunque sea un trabajo sucio,