Era bastante claro que ella no iba a ceder ante nada, estaba convencida de que ese bebé era mío, pero yo no tenía garantía alguna. Es imposible que algo así me ocurra cuando siempre me he cuidado en mis relaciones, no fallé jamás en ninguna, pero si es verdad lo que dice, entonces el coctel de drogas que debieron darme era muy fuerte y como tenía resistencia en mi cuerpo, quizás no me afectó por completo como les habría pasado a otros, posiblemente habría tenido una muerte segura de no ser por toda la mierda que me metí. —Bien, digamos por cinco malditos segundos que ese bebé es mío ¿En qué mierda pretendes meterme? Porque si estás pensando que me casaré contigo estás muy equivocada. —No seas tan iluso maldito cretino de mierda, lo que quiero es que me ayudes con alguien en el hospital p