☪2. IMPOTENCIA☪

3121 Words
Adam McGregor Suspiro cerrando la puerta de la habitación donde se encuentra mi luna, pego mi frente a la puerta cerrando los ojos cuando siento ese nudo en mi pecho, no puedo vivir sin ella, ya la perdí una vez, no estoy dispuesto a perderla de nuevo, es mi ser amado, tenemos seis hijos los cuales criar juntos, ella no me puede dejar, no nos puede dejar, a veces pienso no la merezco por todo lo que la hemos hecho pasar pero la amo y no tenerla no es una opción, siento ahogarme y morir del dolor al ver como sigue con los ojos cerrados, como si durmiera, es un ángel que me transmite paz y tranquilidad. Hago una mueca al sentir esas gotas saladas caer cerca de mis labios, se me a hecho costumbre sentirlas, paso el dorso de mis manos por mi mejillas secando las lagrimas, me alejo de la puerta con pesar. «Te amo mucho mi Reina» Me siento impotente del saber que esta en ese coma porque no la supimos proteger ¿Qué tipo de destinados somos sino podemos proteger lo mas valioso de nuestra vida? Camino hacia la habitación de Eider y Eiden, subo las escaleras hacia el tercer nivel pasando varios pasillos, al llegar me encuentro a Bea saliendo la habitación. — Oh Alpha — saluda con una pequeña reverencia — solo cambiaba a las niñas, ya se han bañado, solo lo esperan a usted y al Rey Adal para que les lean un cuento — informa ganándose solo un asentimiento de cabeza de mi parte, paso a su lado siendo detenido por un gesto de mano — Alpha no pierda la fe, Peyton estará bien, es fuerte — no respondo solo paso de ella ingresando a la habitación donde Eider de un movimiento sale corriendo de la cama en dirección hacia mi. — Muñeca — saludo cargándola y regalándole la mejor sonrisa que pueda tener de momento. — ¡Papi! — saluda enrollando sus brazos en mi cuello buscando sostenerse. la cargo con cuidado en mi brazos fijándome en Eiden quien solo me regala una sonrisa triste, e notado que Esteba, Ian, Eiden y Denzel son los mas afectados por lo de su madre, Cande y Eider igual con la diferencia que son un poco mas imperativos y buscando atención intentan no ser consientes de lo de Peyton pero e podido notar a los dos últimos llorar cuando están solos. Con Eider en brazos camino hacia Eiden sentándome en la orilla de la cama. — ¿Como te encuentras princesa? — pregunto rodeándolo con mi brazo y así abrazarla también con la esperanza de recibir una respuesta positiva. — ¿Cuando va a despertar mami? — pregunta alzando su cabeza observándome con sus ojos cristalizados. Mi pecho se oprime haciéndome sentir un nudo en la garganta, nunca creí estar en esta situación y oír a mis hijas preguntar por Peyton duele al hacerte sentir impotente de no sacarla de donde se encuentra. Me aclaro la garganta buscando que responder, fijo mi mirada en los peluches apilados en la cabecera de ambas camas como compañía de mis princesas. — Verás... — muerdo la parte interior de mi labio sintiendo como ese nudo en la garganta no me deja hablar. — Pronto princesa — habla Adal salvándome. Ingresa a la habitación, Eiden se levanta cuando Está cerca dejando el la cargue. — ¿Cuando es pronto? — pregunta con lágrimas en los ojos. Me fijo en Eider que solo está callada pero aun así sus ojos están cristalizados. — ¿Papi? — pregunta Eider. — ¿Princesa? — ¿Por qué no podemos dormir con mami? —- inquiere haciéndome tragar notoriamente. — Necesita espacio por el momento princesa — ella hace un puchero dejando caer unas lágrimas. — Antes dormíamos todos con ella — responde dejándome sin palabras. Eso es muy Peyton, yendo contra la corriente. — Y volverán a dormir con ella princesa — responde Adal haciendo fije mi mirada en el — sólo deben esperar un poco mas ¿Si? — Eider duda pero asiente con la cabeza regalándome nuevamente una sonrisa al igual que a Adal sólo que esta vez su sonrisa es triste. — Pero no será mucho ¿Verdad? — pregunta Eiden tomando uno de sus peluches. — Sólo el destino lo sabe — respondo. Ellas asienten con la cabeza a lo que Adal y yo las llevamos a la cama donde las arropamos. — ¿Qué quieren que les lea? — pregunto observando los libros en el librero. — Ya tengo sueño papi — a bosteza Eiden cerrando sus ojos. — Yo igual — responde Eider a bostezando pero sin cerrar los ojos. — Entonces nos quedamos acá hasta que se queden dormidas — propone Adal acostándose en uno de los sofás. Yo le sigo quedándome en uno de los sofás al lado de la ventana. Observó el lugar donde nos encontramos, es alejado, demasiado y hay muchos guardias, que estoy seguro no son de Adrian ¿De donde conoce el esté lugar? Hay veces que desconfío pero Stiles nos ha pedido paciencia, al menos hasta que despierte Peyton, pero eso no evita este preocupado, hemos dejado la manada protegida, siendo dirigida por el momento por Theo quien se a dado cuenta unos se están revelando en nuestra contra por rumores que vienen de otras manadas, el Reino de Adal y Markus si esta siendo bien controlado por ellos por lo cual su guerreros se ofrecen a cuidar de su Reina como herederos del trono, por el momento no hemos movilizado nada, eso llamaría la atención de Luna y apenas pudimos salir del lugar cuando no quedaron satisfechos de herir a mi luna una vez más las heridas de Aiden y Adrian conectadas con ella. La atacaron dos veces más, pero hay otro ser que al parecer conoce del poder y energía que tiene, porque la atraco internamente, su sistema por lo que entro en coma, además de que la hechicera que la esta tratando a dicho que afectaron su estado neurológico, sea quien la lastimó sabe jugar con las mentes, Adrian intento romper cualquier hechizo en su cabeza pero ahora no somos solos nosotros los bloqueados sino el también. Ninguno de los ocho puede oír sus pensamientos nuevamente estamos como al inicio, cierro los ojos para darle un descanso a mi cerebro deseando dejar de pensar pero es cuando más lo hago. Pienso en ella, en mi luna, su sonrisa, su forma de ser y sus ocurrencias, solo deseo despierte y poder salir de esto, hacer las cosas bien con ella donde podemos ser solos nosotros con nuestros hijos, confiar entre nosotros, unos a otros, pero no dejarnos vencer por la maldita diosa luna que nos intenta destruir. (...) Suelto un quejido al sentir que algo me cae encima, agarro lo que me a caído abriendo los ojos de golpe, parpadeo un poco por la luz del sol que da justo a mi rostro, la risa de Esteban llega a mis oídos haciéndome respirar tranquilamente. — Duende — expreso con alivio cerrando de nuevo los ojos. — ¡Papi! — saluda abrazándome, lo recibo dejando se recueste sobre mi pecho — Buenos días — saludo haciéndome sonreír. De los cuatro hijos varones que tengo Esteban es el más cariñoso con todos, con sus hermanas, hermanos, tíos, tía y padres. — ¿Como amaneciste campeón? — Acostado — responde obvio haciendo abra los ojos y los entre cierre en su dirección. Por un momento veo el rostro de Peyton con una sonrisa traviesa y ocurrente. — No me refiero a eso — aclaró con seriedad fingida que muy contrario a intimidarlo lo hace reír — que no me refiero a eso — repito haciendo cosquillas a lo que comienza a retorcerse en mis brazos. — ¡Ya! ¡Ya! — pide a lo que paro — amanecí bien papa, mejor que otros días ¡Soñé con mami! — expresa con emoción levantándose de mi regazo. Siento como me ahogo por sus palabras recibiendo suaves palmadas de sus parte, me fijo en las camas que están tendidas y vacías. — ¿Y tus hermanas? — inquiero preocupado. — Con papa Austin — responde de inmediato — están desayunando, yo me ofrecí venir por ti para desayunar papá — responde haciendo movimientos con sus manos. — Perfecto — respondo ya más tranquilo levantándome, hago una mueca cuando me truenan algunos huesos — venga — ordenó cargándola — cuéntame que soñaste — pido. — Que mami me dormía y pedía me portará bien durante su ausencia, que regresaría pero que debía ser bueno con papás porque se esfuerzan en cuidarnos, que no hagamos berrinches porque ella regresara — responde con su cabeza en mi hombro. Su voz es suave al contar todo como si regresara al momento, mi corazón se acelera al creer que pudo ser ella pero puede sea solo una ilusión de la mente de Esteban. — ¿Dijo algo más? — pregunto curioso. — Que me quiere mucho — responde con voz ahogada a lo que sea esta llorando, principalmente cuando siento gotas caer en mi camisa. — Mami te quiere mi guerrero — respondo acariciando su espalda. — También dijo que nos ama — expresa entre un sollozo que me rompe el corazón. Me detengo a medio camino dándole atención a mi hijo, le acaricio la espalda en un intento de darle consuelo, yo nunca podré ser como Peyton para él y eso me rompe porque no le puedo dar la estabilidad que necesita ahora mismo. Quiero más soluciones para que ella regrese, lo necesitamos. — Eso no lo dudes al igual que regresara de ese sueño — el asiente con la cabeza quedándose callado — te quiero hijo — expreso abrazándolo con mayor fuerza sin lastimarlo sintiendo como me abraza de igual forma. Eider McDark Kiss Phelps Corro escaleras abajo en busca de Ian, quiero jugar a las muñecas y es el único que jugaría conmigo, Esteban ya se había aburrido y Eiden estaba viendo Miracoulos y mami aún duerme, papis dicen que despertará, yo quiero que lo haga ya, la extraño mucho y no es lo mismo sin ella, aunque papis buscan darnos mucha atención y así no sentir mucho la ausencia de mami pero eso es inevitable. Al llegar a la sala y doblar al corredor que da al patio y a la entrada de la gran casa me topo con una mujer que me hace retroceder, es alta, cabello castaño, no veo bien sus ojitos, pero es linda, claro que no mas que mami pero... Me parece conocida, se parece a alguien ¿Pero a quien? ¿Compañera de mami? ¿Amiga de mami? No La mujer no es tía Bea, bajo la mirada al ver una niña al lado de ella, castaña y de ojos negros. Uh lindos, nunca había visto a alguien de ojos negros. ¡Eider concéntrate! Me regaño mentalmente por fijarme en como son y no quienes son, la mujer teclea en su celular tomando de la mano a la niña quien observa la casa, ninguna me a notado. Me siento ofendida, mamá dice que siempre brillo y es inevitable no notarme, que el que ellos no me noten me ofende. — ¿Quienes son? — pregunto cruzándome de brazos llamando su atención. La mujer abre la boca al verme botando su celular. — Oh Dios — expresa con los ojos ¿Mojados? Se ve como yo cuando quiero llorar. Intento no quitar mi postura indiferente aunque verla así me hace sentir triste, no me gusta las personas lloren. — Mami — llama la niña tirando de su blusa pero la mujer parece estar en shock. Diosito por favor que no sea mala, sino papis me van a regañar por hablar con desconocidos, pero conste ella esta en mi casa. Tío Adrian dice que esta es mi casa, de mis hermanos, mami y papis, así que no estoy haciendo nada malo. — Eres igual a ella pero en miniatura — expresa con ternura secándose sus lágrimas. Abro la boca ofendida. — ¿Es que me esta comparando con alguien? —- inquiero llevándome mis manos a mi cintura como una jarra. ¿Como se atreve? Yo soy única y original, incluso el que Eiden y yo seamos idénticas físicamente, por lo que me gusta jugar al espejo con ella, somos diferentes en forma de ser. — Dios eres como una mini Peyton — frunzo mi ceño suavizando mi postura. — ¿Como mami? — pregunto con una sonrisa. Ahí es diferente, como mami si, ella es bonita y enamora su forma de ser, es tan dulce por muy inexpresiva que sea con los demás. — Hola cariño — me saluda colocándose de cuclillas atrayendo a la niña a su lado que me ve con recelo como yo a ella. — Hola — saludo dando un paso atrás. «Enlace mental» – Ayuda, en la entrada de la casa – expreso mentalmente para mis hermanos. Mami se esforzó en enseñarnos esto por si estamos en peligro, esto funciona con ella pero no esta disponible. – Estamos en camino – responden los cinco. Es un alivio que Ian nos pueda oír, sino quedaríamos como los mosquitos muertos. «Fin enlace mental» — Soy Tamara — se presenta haciendo alce ligeramente una de mis cejas — soy... bueno era mejor amiga de tu mami, por razones del destino perdimos comunicación — explica pero no digo nada, no me puedo fiar — ¿Sabes donde están tus papas? — al preguntar por papis retomó mi postura. — Son de mami, de mis hermanos y míos — respondo viéndola de nuevo con indiferencia. La mujer no tarda en reír haciéndome molestar ¿Se esta burlando de mi? — Tranquila cariño, lo se — responde buscando dejar dejar reír — mira yo soy hermana de Theo ¿Lo conoces? — mis ojos brillan ante la mención de mi tío. Llevo más de un mes sin verlo. — ¿Tío Theo? — pregunto con una sonrisa. Oh... con que por eso se me hace conocida, tienen un toque parecido. — Si, mira, ella es Payper — toma con cuidado a la niña por los hombros — mi hija, tiene cuatro años recién cumplidos —sonrió emocionada. ¡Tendré con quien jugar muñecas! — ¡Hola! — saludo meneando mi mano enfrente de ella. Toda emoción se va cuando me regala una sonrisa falsa, hago un puchero sin poder evitarlo. ¿No le agrade? En este momento desearía no tener el don de poder sentir y descifrar sonrisas entre mas, eso es por mami y papis, cuando eres un híbrido de más de dos especies tus instintos y presentimientos son más certeros y se desarrollan antes de lo esperado. — Hola — saluda con esa sonrisa que se ve real pero no lo es. Mi puchero tiembla, yo quería agradarle a ella, ya que si la mujer es hermana de Tío Theo y ella es hija de la mujer ella sería mi prima y yo no tengo primas. — ¿Eres mi tía? — decido cambiar de tema para no seguir sintiéndome triste — es que tío Theo es mi tío — explico. Ella sonríe dulce. — Si cariño, puedo ser tu tía y puedes llamarme así, si así lo deseas — asiento con la cabeza seguidamente. Justo llegan mis hermanos corriendo rodeándome, Denzel e Ian quedan frente a mi viendo con desconfianza a la mujer pero luego Ian sonríe quitando la expresión de desconfianza, ¿La conoce? papis llegan a nosotros, corro a papi Markus así me cargue, buscó a tío Adrian pero no esta. — Tamara — saluda papi Axel sin mucha emoción. — ¿Tam? — pregunta Ian. — ¡Awww! Nunca creí volverte a ver, has crecido un montón — expresa abrazando a mi hermano haciendo que me moleste. Son mis hermanos, míos, que no toque a Ian... oh, mami tiene razón soy muy celosa, pero no es mi culpa. Ella da una sonrisa decaída hacia papis al ver su estado sin dejar de abrazar a Ian, si bueno papis se ven peor que mis hermanos y yo. Tía Bea siempre busca que estemos lindos y sanos junto al abuelo Stiles, que por cierto no los he visto después del desayuno. Olvido eso al recordar hoy viene Tío Abel y Tío Adolf. — ¿Y estas preciosuras? — pregunta tía Tam hacia mis demás hermanos. — Son nuestros hijos — responde Adam. — Wow nunca creí ser tía de seis — ni somos muchos. Yo quiero mas hermanitos, mejor hermanas para así jugar. — ¿y Lucía? — pregunta papá Adam. — Oh, se quedó con su papá, vendrán dentro de unos días — responde tía Tam. Ella es muy dulce y no sonríe sólo porque si, parece emocionada. — ¿Ella es? — inquiere Eiden curiosa poniéndose detrás de Ian, la ve con un poco de desconfianza. Cande y Esteban sonríen amablemente como Ian, menos Denzel que parece que las ignora. Diría que falta de educación pero es Denzel, ya es su forma de ser. — Yo soy Tamara, una amiga del pasado de tu mami — se presenta cargando a Payper quien sonríe a mis hermanos. — Oh... — responde alejándose, camina a papi Andrew que la carga retirándose del lugar. Si bueno papis no son de socializar, por lo que creo Esteban y yo nos parecemos a papi Adam, a papi Axel y a papi Aiden. Hago una mueca de tristeza, papi Aiden apenas se esta recuperando, el si esta despierto sólo que aún debe estar en... ¿Como dijo la doctora? ¡Ya me acorde! En reposo. — Le diré a la ama de llaves que te lleve a tu habitación — comenta papá Axel al ver que mis demás papas ya se fueron. — ¿Se quedará? — pregunto curiosa a papi Markus. — Si nena, ella nos ayudará a cuidarlas, por lo cual debes ser amable con ellas ¿De acuerdo princesa? — hago una mueca al ver que Payper comienza a hablar con Esteban quien sonríe alegre. Ush... Yo no le caigo bien pero mis hermanos si, niña mala. Incluso habla con Eiden. — ¿Juegas muñecas conmigo papi? — pregunto con un puchero, tengo ganas de llorar. — Claro, pasemos por unas gomitas y nos vamos a jugar a las muñecas — asiento con la cabeza. Papi se gira dejando a papi Adam y papi Axel hablar con la nueva Tía Tam junto a mis hermanos. La niña me ve a los ojos para luego irse corriendo con Eiden y Esteban. No le caí bien ¿Por qué?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD