Markus Darkness
Paso mis dedos por las hebras de mi eterna observándola jugar con su mano y la mía, respiro profundo queriendo darme un golpe por estúpido.
Mis pensamientos eran que follandola el deseo que tengo por ella bajaría, error, apenas me a hecho una mamada y no me quiero ir sin estar en su pequeño y exquisito coño, repitiendolo una y otra vez.
Esta desnuda sobre mi, observó el espejo a unos metros de la cama frente a nosotros, su concentración en nuestras manos la aleja del darse cuenta tiene las piernas entre abiertas, sus pliegues están rojos e hinchados por los azotes y mordidas, toda su intimidad brilla de los jugos que suelta, sus piernas con marcas de mis dedos y los muslos con marcas de mis labios y dientes al igual que sus dos rellenos montículos, puede deje uno en su i
