POV ANDREA Sus ojos se clavan en mí como cuchillas. La luz roja de su oficina apenas ilumina su rostro, pero puedo sentir la presión en el aire. Puedo sentir cómo domina la situación y yo paso saliva, tratando de pensar en una salida, en un escape viable que me ayude a salirme con la mía. —Quítate la máscara —ordena, con esa voz que no pide, exige. Niego lentamente, disfrutando del silencio incómodo que se instala entre nosotros. Él da un paso hacia mí y su sombra me cubre entera. Odio que sea tan alto y a la vez, me parece jodidamente sexy que lo sea. «¡Cálmate! Recuerda lo que le dijiste a Cam. Esta es la vida real». —O lo haces tú o la arranco yo —su amenaza es tan seria que cualquiera saldría corriendo. Imagino que eso es lo que él espera, lo que está acostumbrado a recibir.

