Capítulo 69
Martín Galaviz
Escuchar sus jadeos es una melodía en mis oídos, me encanta ver como se estremece entre mis brazos. Acuno el rostro para reclamar un beso ardiente, siento como clava sus uñas en mi espalda, me estremezco y aumento las embestidas de mis caderas, la escucho gemir de placer y eso me vuelve loco.
Sin poder resistir al dulce sabor de su piel, me atrevo a clavar mis dientes, ella se estremece y gime con fuerza, se aferra a mí y me rodea con sus piernas mis caderas. Siento que voy más profundo hacia ella, aumento con energía mis embestidas para escuchar gemir con más fuerza.
— No pares —me dice con esfuerzo ante la falta de aire que estaba teniendo por el placer que está sintiendo.
Le hago caso y la devoro sin parar hasta que siento como de pronto se estremece ba
