Lorenzo En el momento en el que Uriel se alejó, sentí el peso de la realidad caer sobre mi. Él tenía razón, solo me pedía que me abra y le cuente el motivo por el cual estaba en la mira de los hombres lobo. No solo yo, sino también las personas cercanas a mi. Mi hija por desgracia tenía el mismo problema que yo, no se salvaba ni por llevar la misma sangre, el mismo gen que estos hombres y mujeres compartían. Pero para ellos esto era algo insignificante al parecer. Pero también había expuesto a Rubí, provocando que esta creyera que era su culpa. Que su hambre de información y eterna curiosidad, habían provocado que debamos conseguir protección de otros y en su caso, el tener que escapar a un lugar alejado para mantener la seguridad. ¿Por cuánto tiempo más iba a continuar mintiendo