Gael Me sentía feliz, no había manera de disimularlo. Por fin la había encontrado, era mi compañera, no había error. Incluso mientras volvíamos a la oficina, no podía frenar mi entusiasmo. Tamborileaba mis dedos contra mi pierna, cantando de manera ridícula la canción que sonaba en la radio. -¿Qué te tiene tan contento? -preguntó Uriel, volteando a mirarme cada tanto. No era difícil notar cuanto había cambiado mi humor. Al llegar estaba aburrido y desganado, en cambio ahora, estaba feliz y excitado, como si me hubieran dado un regalo que ansiaba demasiado. -¿Recuerdas a Rubí? La bonita rubia que nos miraba con una mezcla de deseo y unas ganas de que nos esfumemos de su vista. -aunque tal vez solo quería que Uriel se esfumará, dudaba que no me quisiera cerca. ¿Qué compañera quería