Rubí Las cosas en casa de Gael seguían muy bien, cada día me sentía más cómoda, me llevaba mejor con todos y había olvidado del todo la idea de escribir sobre ellos. No entendía como pude estar tan ciega y no ver que eso solo generaría problemas en lugar de soluciones. Esta en nuestra naturaleza ver algo nuevo y asustarnos, pero en lugar de abrirnos a conocerlo, simplemente atacamos. Tenía que haberme dado cuenta de que cuando publicará esa noticia, tratarían de cazarlos y experimentar con ellos. ¡Es que por el amor de Dios! Aquí habían niños pequeños, que de seguro tampoco podrían salir ilesos. Pero por suerte había abierto los ojos a tiempo y no había hecho algo de lo que pudiera arrepentirme. Eso era algo que debía agradecerle a Gael, entre muchas cosas más. -¿En qué estas pensa