Gael Al parecer había convencido a Rubí de darnos una oportunidad, pero por alguna razón, aún mantenía mis reservas en cuanto a ella. Había pasado el resto del viaje pensando que iba a hacer. No podía dejar que los demás supieran que mi compañera estaba investigándolos, ellos ya me creían un inconsciente, pero tampoco tenía otro lugar tan seguro como la manada al cual llevarla. Me sentía entre la espada y la pared, tratando de que ella desistiera de la idea de exponernos y poder protegerla, llevándola al lugar en el que más información podía conseguir. Es como si mi suerte con las mujeres fuera una mierda, un karma que no dejaba de pagar. Lo peor es que cada vez que sacaba el tema de ser compañeros, ella se espantaba como si le hubiera dicho la peor cosa del mundo. ¿Cómo la conv