Los siguientes días ocurrieron con toda normalidad. Ese fin de semana sólo me encerré en casa, incluso le dije a mis amigas que me sentía mal y que no podía salir con ellas en nuestro “finde de chicas”. Después vi que publicaron en i********: que estaban bailando en un boliche y no me arrepentí para nada de haberme quedado en casa mirando una maratón de Stranger Things y comiendo porquerías. Mis vacaciones se estaban terminando y quería disfrutarlas a mi manera. El domingo a la noche, aprovechando que tenía auto, pasé por el AutoMc y pedí bastante comida chatarra para llevar. Seguramente Gastón me mataría con un discurso de que tengo que comer sano si viera lo que estaba haciendo, pero como no había nadie para detenerme… todos querían que comiera, ¿o no? Ya me daba igual si volvía a engo