[CIAN]
Desde que Grecia ha llegado a mi vida, ella lo ha transformado absolutamente todo y a veces siento que las circunstancias que nos han tocado vivir en este tiempo, no me han permitido hacer algo especial por ella. Por ende, creí que esta era la ocasión perfecta para darle una sorpresa especial, una que vaya en contra de esa manera fría de ser que ella dice que tiene.
No sé si soy el príncipe de los cuentos de hadas, pero al menos con ella quiero hacer algo que no he hecho con nadie más. Me paro detrás de ella en la entrada de esta marina y le muestro la venda color negra que acabo de sacar del bolsillo de mi pantalón.
—¿Preparada? —indago y paso mis brazos por encima de sus hombros.
—¡¿Qué?! ¡No! No es necesario que me vendes los ojos —se queja y rio.
—No seas cobarde reina mía,
