22 de septiembre, 2018 Kevin me mira desde el umbral de la puerta con una sonrisa nerviosa. Arqueo las cejas mientras me acerco a él, admito que también estoy algo nerviosa, pero intento no demostrarlo. —¿Estás lista? —cuestiona. Asiento con la cabeza— Genial, vamos. Nos colgamos la mochila al hombro y salimos. Durante el viaje no dejo de morder mis uñas y él está todo el tiempo sacando mi mano de mis labios. —No hagas eso, aceituna, se te deforman los dedos —dice. Me río. —Está bien, voy a intentar no hacerlo, galán. Uf, estoy tan nerviosa. —Nos va a ir bien, tranquila. —Tenemos que ganar, acordate de que el premio es plata y la necesitamos para terminar de renovar el negocio. —Ya lo sé, vamos a ganar. Llegamos al lugar. Creo que hay más gente que la otra vez y eso solo me pro
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books