El pecho le subía y bajaba desenfrenadamente, como si no supiera lo que estaba pasando, como si de algún modo no alcanzase a entenderlo a la perfección, porque ese instante de tiempo, aquel justo momento en donde él la volvía a ver nuevamente a los ojos era uno que Ethan había estado esperando por mucho tiempo, era algo que había deseado con cada fibra de su alma y por fin estaba ahí, materializado frente a si, mirándolo con los mismos ojos asustados de siempre
Esos que lo incitaban a atraerla contra si y no soltarla jamás, los mismos que parecían gritarle nuevamente millones de cosas que él amaba leer en ella, ahí estaba y no era una de sus malas pesadillas, o de los malos chistes que sus alucinaciones solían gastarle, ahí estaba de verdad y el único problema era que él no sabia que hac
