Tocó una vez más y llevo más de cinco minutos tocando la puerta y no abre. trato de no desesperarme pero es que realmente quiero hablar con el. Solo quiero ver qué está bien y luego me iré. - ¡¡maldición!! ¡¡Ya voy!! - escucho que grita con enojó. Mis manos empiezan a sudar, de lo nerviosa que estoy, la puerta se abre de golpe. - tu - murmura mirandome como si no lo pudiera creer, pasa sus manos por su rostro, cierra y abre los ojos con fuerza. - ¿Eres real? - cuestiona confundido mientras me mira incrédulo - soy real - murmuró y arruga la nariz y se queda en silencio, pero muy tenso - hola- susurro y aparta la mirada - ¿Que haces aquí?- cuestiona con amargura mientras mira a un punto fijo en la pared -¿Podemos hablar?- le pregunto con nervios, niega rápidamente - no. No ten