La Separación de los Perdidos Parte 1

1653 Words
Adentrándose en el bosque aun con el frio que hacía y llevando roba deportiva, Alex siguió adelante aun con molestias cruzado de brazos para calentarse y con el ceño fruncido, Alex fue buscando un Rio, caminos o algún indicio que pueda seguir para llegar a una ciudad, quería un indicio y lo quería ya, pero no pasaba así que su rabia y frustración iban en aumento. Luego de unos minutos ve algo, logra divisar humo y estaba relativamente cerca, pensando que podría ser una casa o algún campamento va en su búsqueda. Mientras Alex estaba yendo a la fuente del humo sus compañeros de clase gritaban su nombre tratando de encontrar a la persona que tanto les molestaba pero que no dejarían a su suerte. —¡Miren en el cielo!, es humo —dice David avisando a todos de lo que acababa de ver. —Seguro Alex también lo vio y se dirigirá hacia ese lugar, con este frio es muy improbable que sea natural una persona lo está causando, aun si Alex no va o se encuentra ahí deberíamos ir —dice Amelia con plena confianza en su deducción. Todos aceptaron la conjetura de la primera alumna de su colegio y clase como cierta sin dudarlo, así que se dirigieron hacia el humo, Alex que ya había llegado al lugar de procedencia del humo para su tristeza y desilusión vio que no era una casa con chimenea como se había imaginado. Lo que vio fue una fogata en la que alrededor estaban varios hombres, 24 en total, había caballos también 24, pero antes de actuar y acercarse Alex se dio cuenta de sus vestimentas y de lo que llevaban, parecían bandidos pero de una época distinta, vestían con pieles de animales, tenían cuchillos y espadas al cinto, además de que cerca de ellos habían como carretas con celdas, y dentro de ellas habían personas, esto dejo estupefacto a Alex que solo atino a quedarse donde estaba. —«¿Dónde mierda estamos?» —pensó Alex por primera vez desde que llego a ese lugar. Para su mala suerte, los chicos que lo estaban buscando estaban gritando su nombre, esto llamo la atención de los bandidos, y comenzaron a moverse. —«Maldita sea, estos idiotas metiéndose donde no les llaman» —Alex estaba pensando en la manera de salir de esta situación, pero lamentablemente vio como encontraron a Nicole. —«Voy a lamentar esto» —Alex moviéndose con premura va al rescate de Nicole y le lanza un puñetazo sorpresa desde atrás al bandido que no se había percatado de su atacante, Alex no se detiene ahí y encadena una sucesión de golpes compactos y bien dirigidos que a pesar de que hacen daño no manda al suelo al bandido. Nicole viendo esto le da una patada en los testículos al tipo que quiso tomarla, el bandido cae al suele retorciéndose de dolor, los dos compañeros de clase se ven y sin mediar palabras van en ayuda de los demás, pero era demasiado tarde, cuando llegaron al resto ya habían capturado a Elia y a David, viendo lo que había sucedido Nicole y Alex no pudieron hacer nada. Alex agarro a Nicole tratando de al menos salvarla a ella pero fue inútil los otros bandidos los rodearon en nada de tiempo, Alex no se resistió solo levanto los brazos y se rindió pero Nicole si lo hizo, pataleo, grito, y mordió, por suerte para ella no la golpearon ni lo harían ya que no querían maltratar su mercancía. Los amarraron y llevaron a su fogata, pero Nicole aun amarrada se resistió con todo su ser, hasta que la amordazaron y amarraron los pies. Luego de un rato Alex y el resto vieron como traían a Erick y a Amelia, Alex se percató de que uno de los bandidos parecía algo golpeado, y era precisamente ese bandido que estaba golpeando a Erick mientras lo traía, Alex soltó una sonrisa mientras pensaba— «yo si vencí al mío grandulón, no como tú que perdiste». —¡Eh, eh! Deja la mercancía en paz, que no hemos tenido unos tan buenos nunca, nos pagaran más si no están lastimados —decía el que parecía el bandido líder al que estaba golpeando a Erick. —«Estos tipos, ¿son esclavistas?» —Amelia estaba pensando esto mientras buscaba una manera de huir, pero no veía ninguna forma de hacerlo. —¡Bien muchachos, parece que atrapamos a unas buenas presas, aunque sus vestimentas sean extrañas se venderán bien, sigamos el camino de regreso a Felgar con alegría por la buena fortuna! —dice el bandido líder con una voz fuerte y ronca, mientras todos responden con gritos de emoción, ponen a los chicos grilletes además de las cuerdas y los meten en las celdas, las chicas en una y los chicos en otra, luego de ello parten a la ciudad portuaria de Felgar. —Claramente no son Inestianos o Tessanos, entonces como hablan nuestro idioma —dijo Amelia para sí misma, pero Elia pudo escucharla—. ¿Qué tienes detrás de tu oreja Amelia? —dijo Elia pensando que se había hecho algo el día anterior a este predicamento. —¿De que estas hablando? —dijo Amelia mientras se tocaba su oreja, cuando se dio cuenta que había como un pequeño metal incrustado en su oreja de inmediato se tocó la otra y también estaba en esa, se quedó impresionada por un segundo, pero luego se preguntó si ella era la única, se acercó hacia Elia y reviso su oreja para ver si ella también lo tenía, en efecto era así, entonces lo entendió, no era que estos esclavistas hablaban su idioma, era que podían entender lo que ellos decían, Amelia le explico esto a Elia, y ella se quedó pensativa un rato. —Pero ¿ellos podrán entender lo que decimos?, revísame la boca por favor —dijo Elia con una suavidad en su voz que hizo que Amelia hiciera lo que pedía sin pensárselo. Viendo su boca Amelia observo una línea de metal en su lengua casi imperceptible si uno no se fija bien, Amelia suponía que sí podrían entenderlos si hablaban, algo que no deseaba probar, supuso que paso cuando los teletransportaban. Amelia quedo fascinada, tenían traductores universales que podían traducir la conversación de ida y de vuelta, pero dejo su emoción de lado, debían librarse, pero no sabía cómo, así que después de decir lo que pensaba a Elia las dos esperarían por su oportunidad, le comentaron esto a Nicole luego ya que en ese momento no deseaba escuchar nada y a los chicos les hicieron saber esto con ceñas aunque les tomo mucho tiempo hacerles entender, tuvieron que formas letras con los dedos para que tuvieran cuanto menos una idea. El camino era escabroso, pero el grupo de bandidos y su mercancía no demoraría tanto ya que estaban a un día de distancia a caballo a paso lento, pero como no querían demorar tanto estaban apurando al grupo. Luego de casi un día de viaje, en el cual se detuvieron dos veces para comer, por fin llegaron a Felgar, desde la posición elevada en la que estaban gracias al terreno se podía ver el mar a lo lejos, los barcos y la ciudad portuaria, que era más pequeña de lo que imaginaban nuestros jóvenes recién llegados. Las construcciones eran de madera igual que los barcos que divisaban a lo lejos, solo casas simples de a lo mucho dos pisos y uno que otro edificio de madera más alto se veía a lo lejos por el puerto, ellos no habían visto ese tipo de construcción en su ciudad y como no habían viajado esto era nuevo para ellos. El grupo fue entrando a la ciudad lentamente, el olor les fue llegando a nuestros visitantes, ya habían apreciado lo mal que olían los bandidos, pero la ciudad olía peor si cabe, la basura y el olor a pescado se combinaba haciendo que todos los chicos trataran de respirar lo menos posible, hasta algunos como David o Nicole estaban dando arcadas. Luego de unos minutos lograron sobreponerse pero no fue sencillo, y mientras esto pasaba también vieron a la multitud que los veía llegar, se veían sucios y desalineados, pero no se veían tristes al contrario todo era muy activo, sonreían y hablaban entre ellos con alegría, menos algunos que al parecer se mantenían muy quietos, por lo demás parecía que las calles estaban abarrotadas donde quiera que miraran, el bullicio de los humanos y animales que estaban en las calles de tierra era ensordecedor, pero todo ello le daba un aire autentico, único. El grupo siguió avanzando hasta llegar cerca al puerto, lugar donde estaban la mayoría de comerciantes y donde las construcciones más grandes de madera se podían apreciar, allí se detuvieron fuera de unos barracones de uno de los comerciantes, a lo lejos vieron que alguien venia con varias personas y al acercarse oyeron a una de las personas hablar. —Pero miren nada más, ¡por fin llegan bastardos!, los he estado esperando 2 días ya, la subasta empezara en nada, ya los iba matar si llegaban más tarde —dice Rustle, un hombre gordo, medio calvo, con solo unos pocos cabellos en su cabeza, un rostro lleno de granos y una nariz aguileña, hablaba con una sonrisa en el rostro por lo que veía, tenía ropas ajustadas de color dorado y joyas de oro que mostraban su opulencia. —Lo sentimos Don Rustle, los monstruos estaban cerca y tuvimos que pelear, perdimos a 2 de los nuestros —decía el que parecía el líder de los bandidos. —Yaaaa yaaaa, no me interesa, lo importante es que llegaron, tengo que preparar la presentación rápido para los señores que estarán aquí en Felgar, dejen a los esclavos en las celdas de atrás, luego de la subasta recibirán su pago.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD