—Brenda, ya te dije que no es necesario que me des nada de comer, tú lo necesitas más, además mira lo que te traje —Sonia saco de su bolsillo monedas plateadas y las puso delante de Brenda, esta no se sorprendió, más bien Daniel pensó que veía a Sonia con ternura.
—Mi niña, yo también ya te dije que no lo necesito, y es un placer para mí darte de comer como lo hacía en la catedral, no es ninguna molestia, mi Dios me protegerá, estos tiempos pasarán ya verás —decía Brenda devolviendo el dinero a Sonia. Daniel no sabía qué hacer, si comer o no, así que solo se limitó a tomar agua, que no sabía particularmente bien, así que luego de darle un sorbo lo dejo.
—Y dime joven, ¿qué hace usted al lado de esta señorita?
—El vi...
—Sonia, le estoy preguntando al joven, no seas mal educada, no recuerdo que te hayan enseñado a interrumpir a las personas antes de hablar.
—Me había invitado a conocer la ciudad, y como estaba en la santa sede sin hacer mucho decidí aceptar —decía Daniel con mucho nerviosismo que trató de no mostrar.
—Si estas en la santa sede, entonces vas a ser ¿un sacerdote o un caballero?
—Va a ser un caballero —decía Sonia que recibió una mirada severa de Brenda, Sonia reaccionó metiendo sus labios dentro de su boca mientras tenía una risa contenida.
—Un caballero, eh —dijo Brenda mirando a Daniel con detenimiento—, me recuerdas a mi hijo, se veía igual de delgado y frágil, pero llegó a ser gran caballero sabes, peleó en la guerra, y volvió como un héroe, yo estaba tan feliz por su regreso, solo lo tenía a él después de la muerte de mi esposo, pero poco después murió, como si Dios dijera que su misión estaba cumplida, no lo quise aceptar hasta que el mismo gran sacerdote se apareció aquí, el me consoló y me dio un trabajo, cuidar a su mismísima hija, después ya no pude hacer ese trabajo, pero sé que Dios me tiene algo preparado joven, como a ti te tiene algo preparado, solo espero que no le causes problemas a mi señorita ¿entendiste?
—Si señora —respondió Daniel con algo de indecisión, Brenda no le dijo nada más.
Sonia y Brenda siguieron hablando por un rato más antes de que partieran, hablaron de anécdotas, de momentos que pasaron juntas, se veía un cariño profundo entre las dos, y por unos instantes Daniel se sintió cómodo viéndolas.
Al partir, Brenda se despidió con efusividad de Sonia y también de Daniel, y cuando estaba despidiendo a Daniel, este vio como Sonia le dejaba las monedas de plata en un mostrador que había allí con suma rapidez.
—No solamente su hijo murió de joven después de la guerra, he visto incontables casos parecidos de jóvenes caballeros de la iglesia que pelearon en la guerra y que luego sin ningún motivo o enfermedad se mueren, además por alguna razón regresan más envejecidos, muchos dicen que es un efecto de la guerra, pero hay casos que no creerías si los vez, jóvenes de veinte que parecen de cincuenta, y lo curioso es que eso no paso con los caballeros de la nobleza, solo los “bendecidos” por mi padre, además, mi padre selecciona el mismo a los caballeros, no hay error, algo que hace mi padre causa ese efecto, sobre todo si sabes los poderes “sagrados” que tienen los caballeros, y como vez no solo es este caso, la iglesia no está para ayudar, esta para ganar poder, también quería mostrarte algo más, sígueme —dijo Sonia a Daniel con un tono y expresión de tristeza.
—¿Porque todas las personas visten de gris? —pregunto Daniel mientras seguía a Sonia.
—El rey decretó que la gente se vistiera de acuerdo a su estatus social, el pueblo de gris, los caballeros de la iglesia de marrón, los de la iglesia de blanco, y los nobles y caballeros de estos, que normalmente eran parientes, con colores de sus casas, aunque podrían usar una pequeña parte y después colores por completo diferente, así que a efectos prácticos pueden usar los colores que les dé la ganan. Sé que el rey fue influenciado por mi padre para que tomará esa decisión, el pueblo lo detesta y cree que la iglesia no hace nada por respeto, pero sé que llegado un punto el rey hará alguna estupidez más, estallara el conflicto, y al final el único beneficiado será la iglesia.
—Y ¿porque diferencian a los caballeros de la iglesia de los de los nobles? ¿por sus creencias?
—A la nobleza no le gusta que haya caballeros de la iglesia porque son plebeyos, por eso apoyaron que sus ropas sean de color marrón, no se pueden oponer a la iglesia de forma directa por su poder, pero esa fue una forma de hacerlo. Lo que no se esperaban era la respuesta —dijo Sonia a Daniel, que decía esto último justo cuando llegaban a la plaza Wintus y apuntaba lo que había adelante, eran una horca, bastante larga, esta estaba en una plataforma de mayor tamaño, no había mucha gente en la plaza cuando llegaron. Daniel recordó lo que había leído de ese período de tiempo, la inquisición del luzismo, una práctica detestable que pasó a la historia, también recordó que no sólo ahorcaron gente, si no que a los más "viles" los crucificaron.
—¿Ósea que los nobles fueron acusados de herejía a consecuencia de esa medida? —pregunto Daniel a Sonia aún sin creerse del todo ese relato.
—No, más que una consecuencia fue una excusa, todo fue planeado desde el principio para eliminar a personas que se oponían a la iglesia, y que el pueblo estuviera a favor de que la iglesia haga eso.
—¿Y esa espada incrustada en la roca que está en medio de la plaza?
—Ah, es cierto, no conoces nada de aquí, esa espada es la espada del héroe Wintus, se dice que el que la saque será el próximo héroe de estas tierras, a lo largo de los años muchos han intentado sacarla pero nadie lo ha logrado, también por eso la iglesia ha hecho esas cosas aquí, se supone que este lugar es un lugar de justicia por esa espada, pero ahora solo es de palabra —decía Sonia a Daniel que miraba con tristeza la plaza.
Daniel recordó un mito parecido, no pensaba que siquiera fuera real, pero veía que algo de verdad habría tenido.
Al otro lado de la plaza estaban los tres chicos que Daniel había conocido en los campos de entrenamiento de la catedral, estaban tomando y molestando a otros jóvenes que estaban allí en la plaza, parecía que querían a las chicas que iban con los jóvenes, habían sacado sus espadas y estaban moviéndolas delante de ellos.
—¡Oigan! ¡ustedes!, ¡¿qué están haciendo?¡ —recrimino Sonia a los tres aprendices de caballero, con gran molestia, mientras esta se acercaba a ellos—, ¡dejen de molestar a las personas!, ¡¿quiénes se creen que son?!
—Somos aprendices de caballero, chica marimacho, y sólo estábamos hablando, no estábamos molestando a nadie, ¿verdad? —decía Hammon a Sonia, mientras se acercaba a una chica y le enroscaba su brazo libre al cuello, y con el otro brazo puso su espada al suelo usándolo como un bastón, se notaba que estaba ebrio. La chica no atinó a hacer nada por el miedo, y los otros que estaban ahí se fueron alejando, dejando a Sonia y a la chica sola.
—Déjenla ir, lo que están haciendo es una vergüenza para todos los caballeros de verdad y para todo lo que la iglesia enseña —dijo Sonia aún más molesta por las acciones de esos chicos.
Daniel que había visto la escena se había acercado lentamente a Sonia, pero no quería involucrarse, su corazón latía con fuerza, tenía miedo, pero a pesar de que quiso correr no lo hizo, Daniel creía que debía hacer algo, pero no sabía que, los aprendices al verlo lo reconocieron.
—Pero miren nada más, lord importante está aquí, ¿dónde está tu guardaespaldas joven lord? —dijo Lupin a Daniel, haciendo una burda reverencia además de torpe de forma intencionada mientras bebía más de su botella. Daniel no le respondió, y Sonia pudo deducir que ellos creían que Daniel era un lord por llevar ropas de colores.
—¡Es cierto! ¡es el! —dijo Hammon en voz muy alta riendo mientras seguía agarrando del cuello a la chica.
—¿Cuál es tu nombre chica marimacho? No te vez mal del todo, si te calmas podemos divertirnos un rato, en serio no te pasara nada —decía Fargan a Sonia mientras se acercaba a ella, Sonia podía oler el hedor de su aliento lleno de alcohol.
—No soy una marimacho, y mi nombre es Lucía panda de borrachos, no son unos caballeros, solo son unos idiotas que mueven sus espadas en beneficio propio, ni siquiera son merecedores de pisar esta plaza —dijo Sonia a todos los aprendices, lo que hizo que se molestaran de verdad.
—Lucía eh, no tienes derecho a decirnos nada cuando vienes con ese pecador que no está con el pueblo, nosotros servimos a la gente, no como ese lord, seguro es un hereje —dijo hammon lanzando a la chica que tenía en su mano y apuntando su espada a Daniel, la espada temblaba un poco, Daniel retrocedió.
—Vamos, pelea lord importante, ¿o no sabes defenderte? —decía Hammon agitando su espada a Daniel, este siguió retrocediendo hasta llegar al centro de la plaza donde estaba la espada de Wintus, llegando allí Hammon atacó en serio, Daniel trató de esquivar y al hacerlo fue hacia la roca en la que estaba la espada, subió en ella y tomó el mango de esta para estabilizarse, pero al hacerlo la guarnición de la espada se salió de la hoja y Daniel se fue para atrás, cayendo al suelo mientras sostenía el mando de la espada, los chicos se quedaron boquiabiertos viendo lo que había pasado.
—Has roto la espada del héroe, ¡escoria!, ¡te mataré! —dijo Hammon yendo con todo a atacar a Daniel poniendo su espada en su costado preparando el corte cuando estuviera cerca, Daniel agarro bien el mango y sintió como si de verdad tuviera una hoja, la agitó y Hammon salió volando por una ráfaga de viento de gran fuerza, rodo por el suelo y allí se quedó.
Daniel se levantó del suelo agarrando el mango de la espada con sorpresa, no entendía del todo que estaba pasando, pero sintió que la guarnición de la espada tenía un gran poder y que él podía usar ese poder.
—No te acerques, si haces algo mataremos a la chica —dijo Fargan agarrando a Sonia y poniendo su estaba en su cuello mientras Lupin salía corriendo.
Daniel ni siquiera tuvo que agitar la espada de forma notoria, solo la movió un poco con la intención de usarla y una ráfaga de viento corto de forma limpia el brazo de Fargan que sostenía la espada, Fargan cayó al suelo gritando de dolor, y Sonia quedó libre.
La gente se fue acercando viendo lo que pasó, otras personas llamaron a más, pero las que estaban ahí no sabían si Daniel era el héroe que estaban esperando o si no, ya que no sacó la espada.
Daniel se acercó a Fargan que estaba en el suelo gritando y llorando, lo vio en el piso sangrando, se asustó por lo que hizo, sabía que si Fargan seguía sangrado así iba a morir, lo que lo haría un asesino, empezó a temblar viendo la escena.
Sonia reacciono de inmediato, agarro el brazo cortado de Fargan y lo llevó a él, agarro con fuerza al chico y luego cerró los ojos. Daniel vio con sus propios ojos como el brazo de Fargan se había recompuesto, este se quedó estupefacto, las lágrimas de dolor se volvieron lágrimas de agradecimiento, más que agradecimiento se volvieron de devoción, se arrodilló y empezó a alabar a Sonia, pidiéndole perdón y adorándola.
Todos los demás que estaban en la plaza hicieron lo mismo. Todos decían sus alabanzas, pero una cosa era común, llamaban a Sonia "santa de la luz" o "bendita por la luz". Daniel se había quedado de pie sin saber qué hacer, Sonia lo agarro de la mano tratando de sacarlo de allí, pero Gram apareció junto a muchos caballeros de la iglesia que venían por varias calles que daban a la plaza, no había escapatoria.
—Lo lamento —dijo Sonia a Daniel antes de que los caballeros de la iglesia se la llevarán.