-Abi- He tomado las palabras de Mark como una proposición indecente escurriendo por mis piernas, llevándose mi conciencia, mis ideas y encerrando al miedo en un lugar profundo donde no puede alertarme que lo que estoy haciendo está mal, muy mal. Siento el burbujeante revoloteo en mi estómago y mi cuerpo se recupera lentamente del aturdimiento al sentir su cálido aliento rozar mis labios. No comprendo que acaba de suceder… — ¡Con que aquí estabas! ¿Piensas limpiar el auditorio o qué? Me sobresalto al escuchar la voz de Melissa desde la entrada del lugar, por donde solo hace dos minutos salió Mark dejándome en este catastrófico estado de excitación. — Abi, pasemos recogiendo a Lucas para ir al Club –habla mientras baja los escalones haciendo un retumbante sonido con sus tacones.

