Lazos De Cristal

1. Asuntos pendientes

Ailén Vilha

Suspiro conduciendo a mi hogar sintiéndome mal muy mal recordando lo que paso hace unas horas en el restaurante con Killian y mi esposo Cian.

Es que fue mi culpa, soy una idiota por haber aceptado el almuerzo con Killian, cuando se que mi esposo y el se odian a muerte ¿En qué estaba pensando?

No, mejor dicho ¿Por que no estaba pensando? Hace un mes que Killian vino a New York por negocios estropeando la estabilidad y paz mental de Cian pero eso no fue nada cuando después decidió quedarse a vivir acá en New York por un tiempo, no se sabe el porque, yo lo conocí en una gala, con mi esposo, estaba sola cuando choque con ese hombre de ojos fríos e inexpresivos, quien me observó de pies a cabeza verificando estuviera bien, haciéndome sentir unas corrientes eléctricas que erizo mi piel y luego pasar de mi, desde ese encuentro los otros fueron más constantes, regalándome raras sonrisas imperceptibles que me hacían estremecer como acelerar el corazón.

Pero no, yo tenía esposo, guapo, dulce, atractivo, cariñoso y atento, no podría quejarme, me consiente en todos mis caprichos, se que lo amo, estas últimas semanas a estado muy enojado como furioso por todo ante la presencia de Killian Khemver un CEO inalcanzable, superior en negocios y poder que Cian. Es algo en lo que no me debería de fijar pero Cian lo menciona siempre así yo intente decir que las cosas no son así que me la creo, fuera de eso, toda la presencia de Killian grita poder.

Suspiro frustrada entrando al estacionamiento subterráneo del edificio donde antes de ingresar muestro mi identificación al nuevo empleado de seguridad ya que los demás me conocen al ser con Cian y yo dueños del departamento de los últimos tres pisos más grandes del edificio ¿para qué tanto espacio si solo somos el y yo? Ni idea pero a Cian le gusta y yo soy feliz si el lo es.

Me estacionó en mi lugar, apago el auto y salgo activando la alarma, camino hacia el ascensor donde ingreso colocando el ultimo piso, me recuesto contra la fría pared esperando mi idea de salir a cenar y luego tener una noche íntima funcione como reconciliación, le he dicho que no vendría si el estaría así de molesto menos con el trato que me dio para así tomarlo por sorpresa.

Me trato horrible pero lo hablaré con el así no vuelva a pasar, es la primera vez que lo hace y por eso estoy convenciendo a mi cerebro de no alterarnos, como lo hice en el restaurante donde termine llorando y alejando a Killian de mi, porque duele, lamentablemente soy muy sensible cuando una persona que me importa me grita.

Pienso si la lencería que tengo puesta funcionará, no le gusta mucho vista con lencería pero e podido ver como sus ojos se dilatan cuando lo hago y me toma con mayor rudeza y me gusta esos a veces ya que nuestra intimidad siempre es dulce, "ser rudo y bruto no es la forma correcta para poseer una dama" son las palabras de Cian cuando bueno a veces se me zafa la lengua, pero me gusta sea algo dominante en nuestra intimidad pero puede tenga razón y solo estoy enferma por querer más.

Al llegar a mi planta ingreso el código para ingresar a la casa recibiendo un raro recibimiento, ya que al sólo poner un pie en casa oigo raros sonidos, unos muy raros, mi corazón se acelera con fuerza erizándome la piel, mi mente comienza advertirme de lo que es y trata con cada paso que doy pero no me detengo, mis ojos se cristalizan a oír los gemidos de otra mujer y el como quien es mi esposo le expresa lo "puta" que es y ella gime más fuerte pidiendo más, mi corazón se quiebra a cada palabra y gemido oído, pero quiero verlos, quiero saber si es mi mente quien me esta haciendo una mala jugada o en serio son ellos, mi corazón se estruja en mi pecho al llegar a la sala donde el esta sobre ella sin camisa y solo con pantalón medio puesto, dando duras embestidas y expresando le lo mucho que le encanta sea así, hacia el cuerpo desnudo bajo su cuerpo, mi mandíbula como mis lagrimas caen ante tal escena.