POV. RAPHAEL SULLIVAN. Me detengo en medio del pasillo y presiono el puente de mi nariz tratando de calmar mi temperamento después de dejar la habitación donde encontré a Keira afectada luego de la visita con su madre. «Sabía que no debería haber entrado a allí, mucho menos caer en la tentación y besarla como lo hice la otra noche». Maldigo entre dientes y ajusto la erección que me provocó el pequeño pero caliente encuentro. Avanzo por el pasillo hasta mi habitación y a mitad de camino me detengo frente a una de las puertas. Por inercia verifico que está cerrada. Sé que no debería tenerla, pero ahí está. Soy el único que tiene la llave desde que Keira se fue, pero sé que ella está desesperada por saber lo que sea de su vida pasada y, a pesar de lo que hizo el doctor, fue claro en dejarla